Religión
El Papa quiere católicos para una «cordial convivencia»
El Congreso Católicos y Vida Pública cumple este fin de semana 25 años de andadura con el respaldo de Francisco
El Papa esbozó este viernes cuál es el papel que han de jugar los cristianos en el mundo de hoy. Lo hizo a través de un mensaje que hizo llegar en la apertura del Congreso Católicos y Vida Pública que se celebra hasta este domingo en Madrid. Para Francisco, los creyentes están llamados a «impulsar en la sociedad española, con conciencia cristiana y en coherencia con ella, los valores que anidan el orden temporal en el respeto a la dignidad y a los derechos de las personas, la búsqueda del bien común, el fomento de la libertad, la cordial convivencia, la solidaridad y la paz». Fue el nuncio vaticano, Bernardito Auza, el responsable de hacer llegar este «recado» a los presentes en este foro de reflexión que cumple 25 años de andadura y promovido por la Asociación Católica de Propagandistas y por la Fundación CEU San Pablo. Precisamente, el pontífice argentino hizo un guiño a este aniversario en sus palabras, al subrayar el empeño por trabajar en el congreso «en sintonía con el magisterio pontificio» con el fin de «iluminar el compromiso cristiano del laico».
Por su parte, el propio embajador de la Santa Sede hizo hincapié en la necesidad de que la voz de los católicos se deje escuchar en medio de una coyuntura de manifiesta secularización. «Su presencia no puede estancarse en el ámbito íntimo de la conciencia, en la sacristía, en el ámbito de la vida familiar», defendió Auza, que reivindicó su compromiso en la política, entendida como «participación en el servicio del bien común».
En paralelo, el nuncio dejó caer que la actitud de los creyentes ha de ser «activa y propositiva» y «no defensiva» en tanto que «el mensaje cristiano es una proposición, no una imposición». «La fe cristiana, por no ser ideología ni limitarse tampoco al fomento de valores, es luz para la sociedad», sentenció. Al paso, también hizo un alegato en defensa del Papa, al reivindicar la sinodalidad reforzada por Francisco para una mayor corresponsabilidad de los cristianos frente al «miedo» a este término que ha surgido en algunos espacios eclesiales.
Las palabras del Obispo de Roma y del nuncio fueron correspondidas por el consiliario nacional de los propagandistas y arzobispo emérito de Burgos, Fidel Herráez. En esta sesión inaugural, alentó a los católicos españoles a resituarse «en la plaza pública» y aplaudió a los propagandistas por su capacidad de «ensanchar la mirada, educar el pensamiento y comprometerse en la acción». «Siempre se ha querido impulsar el talante respetuoso, pero con la Verdad», dijo en relación al ser y hacer del congreso.
También tomaron parte en el acto los convocantes de este «think tank» creyente. Por un lado, el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, agradeció a quienes han hecho posible estos 25 años de «compromiso y dedicación». Por otro, el director del Congreso Católicos y Vida Pública, Rafael Sánchez Saus, alertó de la «pérdida de los valores elementales que hacen posible la convivencia» que se refleja «en estos días convulsos y preocupantes». Sin mencionar explícitamente a la amnistía, sí denunció que el catolicismo ha sido «escrupulosamente excluido», por lo que instó al auditorio que le escuchaba a evangelizar en «todos los pliegues de la vida social y política». Para ello, echó mano incluso del magníficat para entonar su propia versión y revindicar «una España libre de temor arrancada de la mano de los enemigos para que también ella pueda servir al Señor con santidad y justicia».
Con este punto de partida, la primera ponencia del congreso corrió a cargo del ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, que entró en harina y alertó «del totalitarismo, la cultura de la cancelación y la balcanización» del Gobierno de Pedro Sánchez.
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