La muerte de Francisco

El Papa reformador. ¿Consiguió cambiar la Iglesia?

La lucha contra la pederastia y el diálogo interreligioso, entre sus grandes retos

El Papa Francisco en el Aula Paolo VI del Vaticano
El Papa Francisco en el Aula Paolo VI del VaticanoImagen Alicia Romay

Francisco intentó cambiar muchos aspectos de la Iglesia durante su pontificado, como los siguientes:

La reforma económica

Uno de los logros del papa ha sido la total reforma de la gestión de las arcas del Vaticano que habían sido objeto de enormes irregularidades, como se ha comprobado en diferentes juicios, entre ellos el que se lleva a cabo en estos meses contra el ex Sustituto de la Secretaría de Estado el cardenal Angelo Becciu como principal acusado.

Con la creación de la Secretaría de Economía, para la gestión de todo el patrimonio inmobiliario y también los fondos que antes estaban a disposición de la Secretaría de Estado, el papa ha dado transparencia y sobre todo control a las cuentas, que finalmente también son públicas.

La lucha contra la pederastia

A su llegada al "trono de Pedro", el pontífice argentino tuvo claro que uno de sus objetivos era la lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia y la escucha a las víctimas, y creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, a la que recientemente exigió un informe anual sobre cómo procede la batalla contra los abusos.

El viaje del papa a Chile en enero de 2018 fue considerada la verdadera línea divisoria en el pontificado de Francisco: en el país sudamericano se vivió un auténtico rechazo a la visita por la mayoría de sus habitantes debido a los escándalos de abusos, y la defensa del pontífice del obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrimiento, endureció aún más las opiniones.

A su vuelta, encargó una histórica investigación, y en abril de 2018, el papa reconoció haber cometido "graves equivocaciones de valoración" en el caso de Barros, se reunió con las víctimas del sacerdote pederasta Fernando Karadima y convocó a todos los obispos chilenos para relevarlos de su cargo.

En estos años también ha realizado decenas de intervenciones de carácter legislativo y obligado a las diócesis de cada país a ocuparse del tema, algo que, sin embargo, está fallando, pues no en todos los países la Iglesia se ha tomado en serio obligaciones como la de crear centros de atención a las víctimas, mientras que en el Vaticano sigue faltando rapidez y transparencia para informar sobre los casos y las sentencias a los sacerdotes implicados.

Una Iglesia más universal

Durante casi 9 años, el papa y una Comisión formada por nueve cardenales trabajó para la promulgación de la nueva Constitución "Praedicate Evangelium" (Predicad el Evangelio) que reforma la administración vaticana y sus diferentes dicasterios (ministerios).

La creación del gran dicasterio para la Evangelización, en el que se engloba la Congregación para la Evangelización de los pueblos y el Pontificio consejo para la nueva evangelización, y que será presidido directamente por el papa, es la gran novedad de esta gran reforma del pontífice argentino.

Francisco, además, está dejando su herencia con los cardenales que elegirán al nuevo papa, pues ha cambiado totalmente la distribución geográfica del colegio cardenalicio con muchos más representantes de países lejanos, de Asia y África, que no encontraban espacio en la Capilla Sixtina, y una menor representación de Europa y de Italia.

En su último consistorio, el décimo de su pontificado, el colegio cardenalicio quedó compuesto por 254 purpurados, 140 de ellos electores. Los asiáticos han pasado de 9 a 25 y los africanos de 11 a 18. Además habrá 24 cardenales latinoamericanos, aún lejos de los 55 europeos, y aunque los italianos siguen siendo el grupo más numeroso, su peso ha disminuido en los últimos años: eran 28 sobre los 115 que en 2013 eligieron a Jorge Bergogio y hoy serían 18.

La comunicación

Pobreza, migrantes, defensa del medio ambiente. Con Francisco se ha introducido un nuevo lenguaje en la Iglesia católica que, animada por sus discursos y sus viajes apostólicos, ha comenzado a ocuparse de los más necesitados, de los últimos, de las "periferias existenciales", término acuñado por Bergoglio y que resume la dirección de su magisterio.

La Iglesia también ha empezado a hablar de acogida a los homosexuales y a los divorciados vueltos a casar, algo que hace algunos años era impensable.

La oposición

Este cambio comunicativo, de estilo, ha provocado que durante estos años se hayan desatado resistencias contra Francisco y el área más ultraconservadora de la Iglesia católica mostrase sin ningún reparo su oposición a cualquier decisión del pontífice.

Han sido muchos los ejemplos de esta oposición clara a Francisco, pero el más evidente fue la carta pública que cuatro cardenales escribieron a Francisco expresándole sus "dubia" (dudas) sobre algunos de sus escritos y exigiéndole una respuesta.

Un anónimo memorando que circuló entre los sectores de oposición al papa, y que se descubrió tras su muerte que había sido escrito por el cardenal australiano George Pell, calificaba el pontificado de "catastrófico".

El diálogo interreligioso

El papa en sus diferentes viajes ha relanzado e dialogo con el Islam que en el pontificado de Benedicto XVI se había resentido por algunas incomprensiones. Fruto de ello fue la firma del documento sobre la 'Fraternidad Humana' con el jeque Ahmad al Tayeb, máximo responsable de la universidad egipcia de Al Azhar, el centro de referencia del islam suní, pero también su reunión en Irak con la máxima autoridad religiosa chií de Irak, el ayatolá Ali al Sistani.

También ha mantenido una gran amistad con anglicanos y protestantes, así como con los ortodoxos. Aunque a pesar del histórico encuentro en La Habana en febrero de 2016 con Cirilo, el mayor representante de los ortodoxos rusos, las relaciones se rompieron con la guerra de Ucrania.

En uno de sus primeros viajes, a Tierra Santa, el papa se abrazó, en una imagen que ahora cobra más valor que nunca, con su amigo el rabino Abraham Skorka y el líder musulmán Omar Abboud frente al Muro de las Lamentaciones. También ha visitado la sinagoga de Roma, pero las relaciones con los judíos se hicieron más difíciles después de las declaraciones del papa argentino en defensa de los ciudanos de Gaza.

Las mujeres en la Iglesia

Francisco intentó incorporar a más mujeres en los puestos de poder y en los últimos meses de su pontificado nombró a la monja Raffaella Petrini, como "gobernadora" de la Ciudad del Vaticano, mientras que Simona Brambilla también fue la primera prefecta (ministra) al frente de un Dicasterio, el de la Vida Consagrada. Aunque quedó en estudio la posibilidad de dar a las religiosas la posibilidad de la ordenación o incluso ser mujeres diáconos, informa Efe.