
Alimentación saludable
Ni en papel de aluminio ni de film: esta es la mejor manera de conservar el embutido sin que se seque
Esta solución práctica, higiénica y sostenible mejora la conservación, evita el desperdicio y ayuda al medio ambiente

Guardar correctamente el embutido en casa puede parecer una cuestión menor, pero lo cierto es que este pequeño hábito puede marcar una gran diferencia. No sólo ayuda a mantener intactas las propiedades del alimento, sino que también influye en la organización de la nevera, en la reducción de desperdicio alimentario y en el cuidado del medio ambiente. Así que si eres de los que guarda el jamón o el chorizo envuelto en su papel original o en film transparente, ha llegado el momento de reconsiderar tu estrategia.
Uno de los errores más comunes es confiar en envoltorios temporales como el papel de aluminio o el film de plástico. Estos materiales, aunque prácticos para el transporte o el consumo inmediato, no ofrecen las condiciones necesarias para conservar los embutidos por más tiempo. El aire penetra fácilmente, favoreciendo la oxidación, el resecamiento y la pérdida de sabor. En cuestión de días, esas lonchas que prometían convertirse en el centro de una buena merienda terminan convertidas en piezas secas y sin atractivo.
El recipiente hermético, el nuevo aliado del sabor
¿La solución? Apostar por recipientes herméticos. Pero no cualquier tipo. Los expertos en conservación alimentaria recomiendan utilizar envases de vidrio o de plástico libre de BPA (bisfenol A), ya que son materiales seguros para el contacto con alimentos y no alteran ni el sabor ni la textura del producto. Además, el cierre hermético de estos tápers garantiza un entorno estable, sin exposición al aire, lo que ralentiza el proceso de deterioro.
Otra de las ventajas de este método es su funcionalidad. Usar recipientes transparentes facilita la visibilidad de lo que hay dentro, ayudando a organizar la nevera y evitando compras duplicadas o alimentos olvidados. Además, separar los distintos tipos de embutido, especialmente los más aromáticos, como el salchichón o el lomo ibérico, permite conservar su sabor original sin que se mezclen entre ellos. Una práctica especialmente útil si eres amante del buen embutido y no quieres comprometer la calidad.

Un gesto simple que también cuida el planeta
Según diversos especialistas en nutrición y conservación de alimentos, mantener los embutidos en un recipiente hermético también ayuda a evitar los cambios bruscos de temperatura, algo que puede afectar tanto a su seguridad como a su textura. Por eso, además de utilizar el recipiente adecuado, conviene guardar estos alimentos en la zona más estable del frigorífico, lejos de la puerta y de fuentes de calor.
Y aunque pueda parecer un detalle sin importancia, este pequeño gesto tiene un impacto directo en el medio ambiente. Al dejar de lado materiales de un solo uso como el film o el aluminio, reducimos la cantidad de residuos generados en casa. Es una decisión que se alinea con un estilo de vida más sostenible, sin necesidad de grandes inversiones ni complicaciones.
En resumen, si quieres que tus embutidos se mantengan frescos, sabrosos y jugosos durante más tiempo, olvídate de envolverlos una y otra vez en plásticos. La mejor manera de conservarlos está en algo tan sencillo como un buen táper hermético. Más orden, menos desperdicio y un gesto consciente que suma tanto para tu cocina como para el planeta.
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