Sequía

Para el 71,7% necesitamos un Plan Hidrológico Nacional

El 61,5% es partidario de los trasvases de la España verde a la España seca para acabar con una «sed» de siglos

Los encuestados creen que los políticos no son capaces de encontrar una solución a un problema tan grave de «sed» en España
Los encuestados creen que los políticos no son capaces de encontrar una solución a un problema tan grave de «sed» en Españalarazon

El 61,5% es partidario de los trasvases de la España verde a la España seca para acabar con una «sed» de siglos

Seguiremos mirando al cielo. Esa es toda la perspectiva que existe hoy en España ante el problema cíclico de la falta de recursos hídricos para regar el campo español. El tantas veces acariciado Plan Hidrológico Nacional no sale adelante por luchas políticas y territoriales. Y eso que según la encuesta de NC Report, de media, hasta el 71,1 por ciento de los consultados está seguro de que los españoles necesitamos un PHN. Algunos desde la izquierda echan mano de tics franquistas para igualar la política que entonces se hizo de pantanos con la necesidad imperioso de contar con un Plan Hidrológico que dé de beber al campo. En los últimos años, el Gobierno de José María Aznar aprobó un PHN que contemplaba un trasvase del Ebro hacia cuencas mucho menos favorecidas por la climatología. Ese plan fue objetivo de ataques desde el punto de vista político pero también territorial. Lo planificado permitiría, mediante la creación de canales y embalses, llevar agua de las cuencas excedentarias a las deficitarias. Repartir el agua de España en definitiva. Más allá de los parches con que algunos apuntan soluciones puntuales, o mejor dicho, locales, como son las desaladoras. Además, un PHN suma la relevancia de que serviría para incrementar la cohesión territorial. Algo que sin duda hay que potenciar entre comunidades como Castilla-La Mancha o Murcia, con graves problemas de suministro de agua y a la gresca desde hace años por unos recursos que en ambas comunidades son escasos. El agua es un bien público. De todos. Nunca debe ser arma arrojadiza. Es política de Estado.