Francia

Un acuerdo para intentar cambiar el futuro del planeta

El objetivo es mantner el aumento de la temperatura media del planeta muy por debajo de los 2º rspecto a los niveles preindustriales

Francois Hollande Christiana Figueres, Laurent y Ban Ki-moon celebran el acuerdo alcanzado en París.
Francois Hollande Christiana Figueres, Laurent y Ban Ki-moon celebran el acuerdo alcanzado en París.larazon

Casi 200 países se comprometen a gestionar, por primera vez, una economía baja en carbono, aunque sin objetivos vinculantes de reducción de emisiones por parte de cada Estado.

Laurent Fabius declaró aprobado el acuerdo contra el recalentamiento climático tras trece días de intensas negociaciones y varias noches en blanco para perfilar las posiciones de las 195 delegaciones. «Es un martillo pequeño pero pienso que puede hacer grandes cosas», bromeó el presidente de la COP, golpeando sobre la mesa con el martillo verde con la forma del logo de esta cumbre del cambio climático. La mayoría de los observadores se felicitaban ayer por este acuerdo, aunque muchos eran los que añadían que habrá que estar vigilantes para verificar que se lleva a cabo. Para Jean-François Julliard, director de Greenpeace France, este acuerdo recoge « muy buenas cosas », pero ahora hay que trabajar «para nosotros. Mantenerse por debajo de los 1,5 ºC significa detener absolutamente las energías fósiles, y eso no está explícitamente mencionado en el texto, pero ahora es el único medio», dijo a i-Tele.

Temperatura

El texto propone limitar la subida de la temperatura del planeta a «bien por debajo de 2 ºC» por encima de las cifras registradas antes de la era industrial (a día de hoy ya hemos aumentado 0,8 ºC) y asume el compromiso de continuar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 ºC». El objetivo de 2 ºC ya había sido fijado en la cumbre de Copenhague en 2009 y supone la imposición de reducciones drásticas de las emisiones de gas con efecto invernadero a través de la adopción de medidas de ahorro de energía, con inversiones en las energías renovables y a través de la reforestación de los bosques. Continuar los esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 ºC es un objetivo defendido, sobre todo, por las pequeñas islas, que se sienten ya amenazadas por el aumento del nivel del mar.

Compromiso

El ministro de Exteriores de Francia ha insistido en que el acuerdo será vinculante, pero no serán legalmente vinculantes los objetivos de reducción de emisiones de cada país. Con ello, EE UU, el mayor emisor mundial, no queda fuera del pacto, ya que tendría problemas para ratificarlo en el Senado. Así, uno de los compromisos clave del acuerdo es precisamente la puesta en marcha de un mecanismo de revisión de los compromisos nacionales, que siguen siendo voluntarios.

Emisiones

De los 195 países presentes en las negociaciones, 186 han anunciado ya medidas para limitar o reducir sus emisiones de gas con efecto invernadero de cara al periodo 2025-2030. Una decisión bienvenida, pero insuficiente, porque incluso si todas las decisiones tomadas son respetadas, el aumento de la temperatura no sería inferior a 3 ºC. Como el objetivo acordado es de 2 ºC, el esfuerzo debería ser mucho mayor según las ONG, pero el texto no fija ninguna cifra sobre la reducción de emisiones de gases. Se dice simplemente que cada país debería alcanzar el «pico (de emisiones) lo más rápidamente posible» y, a continuación, «realizar reducciones rápidas» para alcanzar un equilibrio entre las emisiones debidas a las actividades humanas y las «absorbidas por los pozos de carbono durante la segunda mitad del siglo», en referencia a las emisiones capturadas por la vegetación y los océanos, la llamada neutralidad carbono.

A partir de ahora, cada cinco años habrá una revisión de los compromisos y deberá reflejar «una progresión» en relación a la precedente.

Diferenciación

Las responsabilidades en la preservación del clima son «comunes pero diferenciadas». El principio de diferenciación ha estado hasta el final en el corazón de las negociaciones. Los países en vías de desarrollo exigían a los países desarrollados su responsabilidad histórica en el deterioro del clima, que debía traducirse en esfuerzos suplementarios. Estos últimos se han resistido hasta el último momento a dejar escrito en negro sobre blanco la diferencia entre países ricos y pobres. Finalmente, el compromiso alcanzado fija el principio de responsabilidades y capacidades diversas de los distintos Estados según sus «circunstancias nacionales diferentes ».

El texto señala «la importancia de prevenir, minimizar y abordar las pérdidas y los daños asociados a los efectos negativos del cambio climático, incluyendo los eventos extremos (inundación, ciclones, etc) y los eventos de lenta evolución (la subida del nivel del mar).

Eso sí, el acuerdo excluye toda «responsabilidad o compensación » de los países del Norte hacia los del Sur, pero evoca el «apoyo» entre unos y otros, y reconoce que los países desarrollados deben jugar un papel motor en la reducción de las emisiones mundiales y ayudar financieramente a los países en vías de desarrollo en la lucha contra el cambio climático.

Financiación

El fondo con los 100.000 millones de dólares anuales prometidos para los países en vías de desarrollo a partir de 2020 figura en un anexo, pero han sido retirados del acuerdo en sí para evitar que éste sufra un posible rechazo en su paso por el Senado de los EE UU. En el texto se reconoce que deberá establecerse un compromiso financiero preciso en 2025 y este dinero será exclusivamente proporcionado por los países desarrollados. El resto de países pueden realizar un esfuerzo financiero suplementario si lo desean, y no si pueden, como solicitaban los países del bloque Norte. Tampoco se fija ninguna cantidad para la adaptación, la realización de proyectos que permitan a los países en vías de desarrollo hacer frente a las consecuencias del recalentamiento.

Tres años para retirarse

Como resumió Matthieu Orphelin, portavoz de la Fundación Nicolas Hulot, «este proyecto es una buena base para los próximos 10 años, pero hay que completar ciertos puntos». Cualquier país puede decidir retirarse del acuerdo de París «en todo momento tras un plazo de tres años a partir de la entrada en vigor del acuerdo», es decir, a partir de 2023. La próxima etapa será la firma del acuerdo en abril de 2016. Después será ratificado por los firmantes entre abril 2016 y abril 2017. No obstante, nueve países se quedaron fuera del acuerdo.