Desalojo

El peor negocio de Elon Musk: dejó seis millones de dólares a una pareja que se han convertido en sus okupas

El empresario todavía está a la espera de que se formalice el desahucio y no ha conseguido recuperar el dinero

ASCH4166. BOGOTÁ (COLOMBIA), 24/02/2025.- Fotografía de archivo fechada el 11 de febrero de 2025 del empresario y empleado especial del gobierno estadounidense, Elon Musk, en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington (EE.UU.). La petición de un diputado canadiense para revocar la ciudadanía a Elon Musk, por su implicación en "actividades que van contra el interés nacional de Canadá", ha recibido el respaldo de cerca de 171.000 personas desde que se inició el pasado 20 de febrero. EFE/EP...
Un pensativo Elon MuskAaron Schwartz / POOLAgencia EFE

Elon Musk es conocido mundialmente por sus negocios. El magnate es dueño de Tesla, SpaceX y la red social 'X', antiguamente Twitter. Sin embargo, no vive su mejor momento. Tesla se hunde en Europa en pleno despegue de los eléctricos. Las ventas se disparan un 93% en España en marzo y un 69% en el primer trimestre, pero la empresa sufrió una sangría con el desplome de las ventas del 45% en el primer trimestre respecto al mismo período del año anterior. Ante ello, Musk promete más dedicación a Tesla tras hundirse un 71% su beneficio por su implicación en la Administración de Trump.

No es su única preocupación. Hace más de una década, en 2013, adquirió una finca en la prestigiosa urbanización de Bel Air donde vivió uno de sus actores favoritos, Gene Wilder, mundialmente conocido por sus papeles como Willy Wonka o Frankenstein. Un lustro después de su marcha, el magnate se hizo con la mansión por 6,7 millones de dólares, lo que equivale a unos 5,9 millones de euros. El actor dejó varios objetos personales y la compra fue con el fin de realizarle homenaje y convertirla en una casa museo.

El problema comenzó en 2020

Siete años después de hacerse con ella, cambió de planes y decidió ponerla a la venta. En cambio, las condiciones no eran ideales para la compra. El precio había subido hasta los 9,5 millones de dólares y también exigía mantener intacto el legado de Wilder. Esto incluía dos requisitos principales e inamovibles: no se podía realizar ninguna reforma ni se podían vender los objetos que había dejado el actor cuando se marchó.

Musk encontró comprador

Pese a que parecía difícil lograr la venta, consiguió que unos compradores que cumplían sus requisitos se interesaran. Fueron Jordan Walker-Pearlman,sobrino del actor y su esposa, Elizabeth Hunter, compartían la admiración por el legado de su familiar, lo que gustaba a Elon Musk. Sin embargo, había un problema: la pareja no contaba con los suficientes recursos económicos. El magnate puso de su parte para que las negociaciones salieran adelante.

Feliz por poder mantener el legado, redujo el precio a 7 millones de dólares y lo más llamativo, prestó 6,7 millones de dólares directamente a la pareja para facilitar la transacción y que posteriormente se lo devolvieran. Sin embargo, la pandemia, sumada a las huelgas en Hollywood, lo complicó todo. La situación económica de la familia empeoró y pronto empezaron a llegar los impagos de las cuotas acordadas.

Una situación sin resolver

Tras la acumulación de impagos, el magnate dijo basta el año pasado. Dio un último aviso a los propietarios e inició un proceso de ejecución hipotecaria. En una maniobra desesperada, la pareja optó poner la casa a la venta por 12,5 millones de dólares. Nadie se interesó y redujeron el precio a 9,5 millones de dólares, también sin éxito.

La venta no es sencilla al haberse iniciado el proceso de embargo y ser una casa protegida al estar declarada como bien histórico por los objetos de Wilder tras la firma de un acuerdo de su sobrino con el condado correspondiente. Casi un año después del inicio del proceso, el sobrino y su esposa siguen en el interior de la casa y Musk no ha recibido los pagos acordados.