Estudio

La pérdida de biodiversidad incrementa en más de un 800% el riesgo de enfermedades infecciosas

Los autores de la investigación afirman que los resultados deberían ayudar a orientar los esfuerzos de vigilancia y gestión de patologías

Unas personas caminan por un bosque calcinado tras un incendio forestal, una de las causas de pérdida de biodiversidad
Unas personas caminan por un bosque calcinado tras un incendio forestal, una de las causas de pérdida de biodiversidadEuropa Press

La pérdida de biodiversidad provocada por la acción del hombre está contribuyendo a un incremento significativo de las enfermedades infecciosas, según un análisis publicado en la revista "Nature".

En concreto, los investigadores han indicado que el incremento es un 857% mayor en comparación con el riesgo ocasionado por las variaciones naturales en la biodiversidad (es decir, por la riqueza de especies según la latitud o la altitud). Esta es la conclusión a la que han llegado los autores después de repasar 972 estudios sobre el tema.

Así, señalan que las investigaciones que han recopilado han demostrado que el riesgo de enfermedades infecciosas se ve modificado por cambios en la biodiversidad, el cambio climático, la contaminación química, las transformaciones del paisaje y la introducción de especies, informa Ep.

En concreto, han descubierto que la pérdida de biodiversidad, la contaminación química, el cambio climático y las especies introducidas se asocian con aumentos en los puntos finales o daños relacionados con enfermedades (es decir, con la recurrencia de las enfermedades, los síntomas y anomalías de laboratorio), mientras que la urbanización se asocia con disminuciones en los puntos finales de enfermedades.

En este sentido, argumentan que esto "quizás" se deba a que el desarrollo urbano está asociado a un servicio mejorado de agua, saneamiento e higiene para los humanos y a una pérdida de hábitat para muchos parásitos y huéspedes no humanos. Además, indican que los resultados son consistentes entre enfermedades humanas y no humanas.

Así, los autores afirman que estos resultados deberían ayudar a orientar los esfuerzos de vigilancia y gestión de enfermedades hacia los impulsores del cambio global que aumentan las enfermedades. Específicamente, a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, gestionar la salud de los ecosistemas y prevenir las invasiones biológicas y la pérdida de biodiversidad.

Según señalan, medidas en ese sentido podrían ayudar a reducir la carga de enfermedades vegetales, animales y humanas, especialmente cuando se combinan con mejoras en los determinantes sociales y económicos de la salud.