Mascotas
¿Los perros ladran distinto en España que en otros países?
Aunque no es algo en lo que se suela reparar normalmente, en cada lugar sucede de una forma distinta
La lista de acciones que pueden llevar a cabo los humanos con sus cuerdas vocales en casi infinita: hablar, conversar, cuchichear, parlotear, comunicar, expresar, decir, expresar, proferir, enunciar, pronunciar, resollar, locutar, gritar, vocear, clamar, rogar, murmurar y un larguísimo etcétera. Hemos desarrollado tanto el lenguaje, en cualquier idioma, que la diferencia más sutil ya da lugar a un acto del hablar distinto con matices muy finos.
Con los animales, sin embargo, como no disponen de un cerebro tan desarrollado ni de unas cuerdas vocales tan especializadas para la fonación como las nuestras, hemos hecho un poco de 'brocha gorda'. Es decir, que salvo por alguna puntualización (rogar, sollozar...), en general solemos tomar los sonidos que emiten nuestras mascotas como una sola acción.
A la hora de aprender otro idioma desde cero, especialmente si se hace en la infancia, una de las primeras lecciones que se imparten es 'cómo hacen los animales'. En castellano sabemos que los pájaros pían, las ovejas balan, los elefantes barritas y los gatos maúllan, son conceptos de escuela elemental. Y aunque los verbos que describen los sonidos sí que se suelen tratar en las asignatura de idiomas, no sucede tanto así con las onomatopeyas, las grandes olvidadas.
En el aprendizaje académico no se le confiere tanta importancia, pero cualquiera que haya vivido en un país extranjero donde se hable un idioma distinto, se habrá sentido ridículo en más de una ocasión tratando de describir a un animal por los sonidos que emiten. Como si de un niño pequeño se tratara, uno intenta hacerse entender preguntando por un 'guau guau' o un 'pi pi'. La cara de estupefacción del amable local al que le haya tocado descifrar semejante guirigay es para enmarcarla.
Para que esta situación tan vergonzosa no se dé cuando viajemos fuera de nuestras fronteras, o por simple curiosidad, compartimos hoy la forma en la que se refieren a algunas onomatopeyas en otros idiomas, que son la mar de diversas y originales.
¿Los perros ladran distinto en España que en otros países?
Los canes no poseen el 'monopolio de los ladridos', pues algunos otros animales, como los perritos de las praderas, ciertas especies de ciervos, algunos marsupiales y, por supuesto, el damán roquero (mamífero que se cree que le dio el nombre a 'Hispania'), también son capaces de ladrar. Aunque obviamente no son sonidos idénticos, sí que guardan gran semejanza.
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Los verbos varían completamente de un idioma a otro, pero las onomatopeyas en sí también. De hecho, cambia tanto la manera de imitar un ladrido de una parte del mundo a otras que se pasa por todas las vocales disponibles. El sonido en sí es el mismo, pero la forma de emularlo es tan diferente que no parece provenir siquiera del mismo animal. Los que presentamos a continuación son solo algunos de entre los idiomas más hablados en el mundo o con las sonoridades que más llaman la atención.
- Castellano: 'Guay'.
- Portugués: 'Au'.
- Inglés: 'Woof' ("guuf").
- Francés: 'Ouah' ("Uaou").
- Italiano: 'Bau'.
- Coreano: 'Meong'.
- Japonés: 'Wan'.
- Chino: 'Wong'.
- Hindú: 'Bho' ("jo").
- Rumano: 'Ham'.
- Ucraniano: 'Gav' ("gaf").
- Turco: 'Hev' ("jef").
- Árabe: 'Hau' ("jau").
- Sudafricano: 'Bhow' ("juaou").
- Alemán: 'Wuff' ("guf").
Existen casi tantos sonidos u onomatopeyas que simulan el ladrido de los perros como idiomas sobre la faz de la Tierra. Siempre que se visite un país extranjero, resulta curioso preguntar a los locales y descubrir cómo imitan ellos a cada mascota, ya que en algunas ocasiones es de lo más original y distinto comparado con el español.
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