Mascotas

Perros, terapeutas infantiles

Su interacción con niños con enfermedades neuromusculares tiene múltiples beneficios: «Van más positivos a las terapias y hacen que el ambiente sea más integrador»

Los datos del proyecto «Un perro, un niño feliz» se utilizarán para enfocar la colaboración de estos animales en otros tipos de problemática social
Los datos del proyecto «Un perro, un niño feliz» se utilizarán para enfocar la colaboración de estos animales en otros tipos de problemática sociallarazon

Su interacción con niños con enfermedades neuromusculares tiene múltiples beneficios: «Van más positivos a las terapias y hacen que el ambiente sea más integrador».

El perro, el mejor amigo de las personas, ha acompañado y ayudado al hombre durante toda la historia. Desde tareas agrícolas hasta labores de vigilancia, pasando por actividades de caza, estos animales siempre han estado muy dispuestos al servicio. A día de hoy, la investigación en asistencia con perros se está desarrollando con fuerza, creando decenas de proyectos en los que se ayuda de forma altruista a muchas personas. La nueva era del trabajo de los perros ha comenzado.

El proyecto «Un perro, un niño feliz» aúna a los simpáticos voluntarios caninos de «Perros Azules», a sus terapeutas profesionales y a la Fundación «Ana Carolina Díez Mahou», con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños con enfermedades neuromusculaes y mitocondriales. Estos tipos de dolencias son raras, degenerativas y, por desgracia, no tienen cura. El trabajo de la «Fundación Ana Carolina Díez Mahou» se basa en la asistencia a los niños y niñas afectadas por estos problemas mediante sesiones de terapia que intentan mejorar su calidad de vida. Desde el comienzo de su actividad, se ha ayudado a paliar las consecuencias de la enfermedad con fisioterapia, pero en este último año han innovado con las intervenciones asistidas con perros. «No me gusta que a este tipo de terapias se les llame alternativas, ya que nos han dado muy buenos resultados», explica el presidente de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, Javier Pérez Minguez.

Estas terapias incluyen perros, pero no están impartidas por ellos, sino por un grupo de terapeutas profesionales y formados. «La presencia de los perros durante las sesiones es un elemento motivador y multisensitivo que ayuda a los pequeños a acudir a las terapias con una actitud más positiva», afirma Luz Jaramillo, técnico en Intervenciones Asistidas del grupo «Perros Azules».

Un niño en estas condiciones de salud debe realizar terapias de todo tipo, que roban mucho de su tiempo y en las cuáles suele estar solo. Esta es otra de las razones por las que las sesiones intervenidas con perros son más agradecidas por los pequeños, ya que suelen estar en compañía de otros niños y son más entretenidas y divertidas. «Estoy agradecidísima a la Fundación por todo el trabajo y por su afán de innovación. Mi hija participa en muchas terapias, pero sus favoritas son musicoterapia y las sesiones con perros porque se desarrollan en un ambiente mucho más integrador y sensorial», comenta a LA RAZÓN Carla, madre de una de la niñas que participa en las sesiones.

Para hacer posible este proyecto ha sido fundamental la participación de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), que posee una de las primeras Oficinas universitarias de Intervención Asistida con Animales (IAA) de toda Europa –la única de España–, un paso muy importante ya que se institucionaliza una práctica recomendada y en auge. «Esta idea mejorará la calidad de vida de los ocho niños y niñas de la Fundación y abrirá una nueva práctica de la medicina», comenta al respecto el Vicerrector de la URJC, David Ortega. Precisamente, desde la Oficina de I.A.A de la URJC, Israel González, coordina como director diferentes proyectos en los que los perros son los mejores ayudantes de los profesionales. «''Un perro, un niño feliz'' ha sido algo genial para nosotros porque hemos conseguido algo que es muy importante: muchas sonrisas», afirmó González.

«Dingonatura» es la empresa que ha colaborado con las anteriores instituciones para conseguir que la idea se convirtiera en realidad. «Desde el comienzo, en Dingonatura, nos enamoramos de este proyecto. Para nuestro equipo es muy importante demostrar que los perros pueden prestar su ayuda para mejorar la calidad de vida de los que más lo necesitan», advierte por su parte Susana de Pedro, la Directora de Comunicación de Dingonatura.