Personas sordas acompañadas en su integración

Las personas sordas afrontan a diario infinidad de obstáculos para poder llevar a cabo tareas y acciones de lo más cotidianas. Meros trámites para las personas normo-oyentes, como tratar de solucionar una avería en casa por vía telefónica, por ejemplo, pueden suponer una gran barrera.

A estos obstáculos hay que sumar que son personas que, por su discapacidad, presentan mayores dificultades para acceder a un puesto de trabajo. Por ello, desde la Federación de Personas Sordas del Principado de Asturias trabajan para «paliar las dificultades de un colectivo que se encuentra en riesgo de exclusión social», afirma Cristina Sariega, presidenta de la entidad, quien además destaca que «las personas sordas percibimos el mundo mediante el canal visual, a diferencia de la mayoría de la población».

Atención integral

En este sentido, la Federación ha desarrollado un programa de atención integral a la comunidad sorda, en el que ha colaborado la Obra Social de La Caixa, que ofrece múltiples servicios, como asesoramiento jurídico y familiar, mediante el cual se intenta establecer un código comunicativo dentro de la familia, servicio de atención a mayores o de intérpretes... así como talleres en nuevas tecnologías o del lenguaje de signos, por ejemplo.

«A nosotros acuden personas sordas de toda Asturias en busca de servicios concretos, gracias a lo cual a veces detectamos otras necesidades o carencias que sufre el usuario y que tratamos de solucionar, pero también se dirigen profesionales, que buscan asesoramiento sobre cómo trabajar con este colectivo», explica Sariega. La presidenta de la entidad destaca, a su vez, que, paralelamente, también realizan la labor de dar a conocer a la sociedad las necesidades de las personas sordas, un trabajo de concienciación y sensibilización fundamental.

Entre los diferentes servicios que ofrece la federación a través del programa de atención integral cabe destacar también el de intermediación laboral, gracias al cual se realiza una prospección con las empresas para acabar configurando una bolsa de trabajo para sus usuarios, a los que además se les acompaña durante todo el proceso. Tal y como explica Sariega, «todos estos servicios contribuyen a dar mucha más autonomía a las personas sordas, que habitualmente están sobreprotegidas y dependen de sus familias».

«Las idea –prosigue la presidenta– es que las personas sordas puedan acceder a los servicios a su disposición sin barreras y de que cuanta más información les proveas, más opciones tienen de ello». En definitiva, el fin último de la entidad es el de «dotar a las personas sordas de accesibilidad universal», añade Sariega. Prueba de ello es que en el curso 2014-2015 la Federación atendió mediante este programa a 320 usuarios, de los cuales 238 participaron en las actividades y talleres y 320 solicitaron información.