Zoología

La plaga de chinches llega a Asia a través de Corea del Sur

Gran operación de desinfección del transporte e instalaciones públicas

Chinches
Chinches, qué hacertania NietoLA RAZÓN

No solo Francia y otros países europeos como España sufre el acosos de las chinches, las autoridades surcoreanas llevan dos semanas tratando de forma desesperada de detectarlas y exterminarlas, mientras se prepara una gran operación de desinfección del transporte y las instalaciones públicas. El pánico entre la ciudadanía se está extendiendo después de que se registraran más de 30 casos confirmados o sospechosos en todo el país, mientras tratan a toda costa de evitar que estos bichos lleguen a sus hogares.

Ante el temor de que se desplacen a otros lugares, las autoridades sanitarias han pedido a los viajeros internacionales procedentes de lugares como Francia y Reino Unido –países afectados–, que desinfecten y esterilicen a fondo sus pertenencias.

El Gobierno surcoreano anunció el pasado martes el lanzamiento de una campaña de un mes para luchar contra la proliferación de las chinches, en un país en el que la población teme que estas plagas se estén generalizando.

Según el plan, la administración llevará a cabo inspecciones en «instalaciones vulnerables» del 13 de este mes hasta el 8 de diciembre. Además, las autoridades surcoreanas tienen previsto convocar reuniones semanales para revisar y actualizar las medidas destinadas a contener el problema.

Entre las medidas propuestas por el Gobierno Metropolitano de Seúl para evitar su propagación están limpiar con vapor y esterilizar autobuses, metros y taxis, y examinar las zonas de viviendas, alojamientos y baños de las zonas más humildes, donde tradicionalmente hay más probabilidades de que se propaguen.

Por otro lado, los responsables surcoreanos han advertido de que rociar a estos insectos con pesticidas no es suficiente, y admiten que el país necesita introducir otros tipos de plaguicidas además de los existentes, basados en piretroides.

Los informativos locales difundieron vídeos de estos pequeños insectos de color marrón rojizo, del tamaño de una semilla de manzana, que se arrastran por la ropa y se esconden en grietas y hendiduras de paredes y sofás, desatando aún más la fobia de la población hacia estos parásitos, que la mayoría de los surcoreanos nunca había visto antes.

El primer informe sobre la presencia de chinches se produjo en octubre en unos baños públicos de Incheon, lo que provocó el cierre del negocio. Poco después, una universidad de Daegu, al sur de la capital, Seúl, informó de que un estudiante había sido picado por las chinches en su residencia.

Corea del Sur ha estado prácticamente libre de chinches desde la década de los 70, cuando el gobierno suministró plaguicidas por todo el país con el resultado de sólo nueve casos registrados en la última década, según la Agencia de Control y Prevención de Enfermedades del Ministerio.

Estos insectos son muy difíciles de controlar debido a su resistencia a diferentes familias de insecticidas, a la falta de otros métodos de control eficaces y a su comportamiento, dado que aprovechan el más mínimo escondite en el entorno humano.