Crisis opiáceos

Plan de choque de EE UU en los campus contra el fentanilo

Algunos estados dispensan ya tiras reactivas y naloxona en las universidades para hacer frente a las sobredosis

 Fentanyl-laced oxycodone pills
Fentanyl-laced oxycodone pillsAgencia AP

El fentanilo se ha convertido en una seria amenaza en los campus universitarios de Estados Unidos, donde la potente droga se ha cobrado la vida de tres estudiantes de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, en los últimos dos años. Por ese motivo, algunos estados han iniciado una campaña de «reducción de daños» en universidades que se centra en repartir tiras reactivas de fentanilo y dosis de naloxona (Narcan, por su nombre comercial) para prevenir muertes por sobredosis.

Las tiras reactivas se usarían, principalmente, para aquellos que piensan que están consumiendo heroína o metanfetamina , pero que pueden contener fentanilo, y no lo saben. La naloxona es un antagonista de los receptores opioides que se rocía en la fosa nasal. En ciertos estados, no se necesita receta médica para obtenerlo en la farmacia.

«Estamos en tiempos sin precedentes y por ello hace falta aplicar medidas también sin precedentes», señala Paul Christo, profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, de Maryland, a LA RAZÓN. «Solo el año pasado, hubo más de 100.000 muertes por sobredosis. Más del 60% de ellas se debieron al fentanilo». «Educar a los jóvenes (y a sus padres) sobre los peligros del uso de drogas ilícitas y los escondites del fentanilo son los primeros pasos fundamentales para proteger a los estudiantes. Cada vez vemos más que es la población adulta joven, la que tiene entre 13 y 25 años, la que está empezando a consumir estas sustancias, y son muy peligrosas», explica.

Educación e información

El experto, que ha estado en la primera línea de la epidemia de opioides en EE UU, recomienda que tanto los padres como los profesores informen con claridad a los jóvenes sobre los peligros. «No creo que sean conscientes de lo potente que es el fentanilo en términos de letalidad, y de que no es necesario tomar mucho en forma de pastilla, o inhalado, o inyectado por vía intravenosa para suicidarse». «Los estudiantes que piensan que están comprando medicamentos con receta como Xanax, Vicodin u oxicodona de fuentes ilegales no se dan cuenta de que pueden ser píldoras falsificadas que han sido mezcladas con fentanilo, y esto puede ser un error mortal», añade.

Respecto al papel de las autoridades y los legisladores, Christo tiene dos mensajes para ellos. «El primero es que la Ley se aplique con firmeza. El segundo sería crear y poner a disposición de la población más centros de prevención de sobredosis. El primero fue en la ciudad de Nueva York. Si nos fijamos en los datos sobre los centros de prevención de sobredosis , en Canadá, por ejemplo, han visto una reducción del 35% en las muertes por esta causa. Son lugares donde las personas que usan pueden ir a conseguir agujas y jeringas limpias. Aquí es donde la gente básicamente supervisa el uso del medicamento e interviene si es necesario», explica.

Vacunas frente a drogas

Por otro lado pero en la misma línea, se investiga ahora el uso de vacunas para ayudar a prevenir las sobredosis. Actualmente se está realizando el primer ensayo en humanos de una vacuna contra la oxicodona, y otras que se encuentran aún en fase de ensayos con animales contra la heroína, la cocaína o el fentanilo. «Existe la esperanza de que podamos utilizar las vacunas para ayudar también a reducir las muertes relacionadas con las sobredosis de fentanilo y otros opioides», apunta el profesor.

¿Hay riesgo en España?

Aunque en nuestro país el Gobierno insiste en rebajar el riesgo de entrada de este opiáceo, los sindicatos policiales y el Tercer Sector miran hacia los puertos con conexión a Suramérica.

Un reciente informe de la Comisaría General de Policía Judicial de la Policía Nacional incidía en la escasa incidencia hasta ahora de esta droga en nuestro país, cuyas aprehensiones tildaba de «irrelevantes». «Las cifras objetivas muestran un panorama alejado de las noticias alarmantes que en los últimos tiempos aparecen en los medios de comunicación sobre el peligro que supone el fentanilo y su aparición en España», destacaba este documento, que criticaba también que en informaciones periodísticas se hubiera empezado a hablar de la venta de fentanilo mezclado con otras sustancias, como cocaína.

«Pero nosotros sí lo hemos constatado», señalaba Paco Mena, presidente de la Coordinadora Alternativas que trabaja codo a codo con multitud de asociaciones del Tercer Sector en la zona del Estrecho, en un reportaje reciente publicado por este periódico. «Es cierto que todavía el fentanilo no está en las calles de manera masiva, pero hemos comprobado que ya tiene cierta presencia, sobre todo, porque se está empezando a cortar la cocaína con este opiáceo. Hay gente que no sabe que lo está consumiendo, así que el que antes hacía un consumo moderado de cocaína, terminará muy enganchado», advertía.

En su opinión, dado que el mayor productor de esta droga es México, «Hay que estar pendientes de los puertos de Algeciras, Valencia y Barcelona, por donde también entra la cocaína, ya que hay una estructura creada». Fuentes del puerto de Algeciras consideraban que habría que mirar también hacia los puertos del norte de Europa, los de Amberes y Róterdam.