¿Qué plantar junto a los tomates para tener una cosecha rica y abundante?

Cultivar tomates va mucho más allá de regar y esperar a que salgan una vez reciban la luz del sol. Si quieres que tus tomateras produzcan frutos más sabrosos y en mayor cantidad, el truco está en elegir bien sus compañeras de cultivo.

Algunas plantas no solo hacen más bonito el huerto, sino que también ayudan a proteger los tomates, mejorar el suelo y estimular su crecimiento.

La planta que potencia el sabor del tomate

Una de las mejores aliadas es, sin duda, la albahaca. Además de aportar su característico aroma al huerto, actúa como repelente natural de insectos como los mosquitos y pulgones. Su proximidad también potencia el sabor de los tomates.

También puedes plantar a su lado el ajo y la cebolla. Estas hortalizas desprenden compuestos con azufre que alejan numerosas plagas. Son una barrera natural contra los ataques de los insectos, y al mismo tiempo, fáciles de intercalar entre los cultivos.

Una buena distribución en el huerto

Para mejorar la estructura del suelo, lo ideal es sembrar zanahorias y rábanos cerca de los tomates. Gracias a sus raíces finas y verticales, no compiten por los nutrientes y ayudan a airear la tierra, lo que favorece un desarrollo radicular más saludable para todas las plantas cercanas.

Si buscas color y protección en una sola planta, entonces apuesta por la caléndula y los tagetes. Sus flores no solo atraen insectos beneficiosos como las abejas, sino que también repelen nematodos, unos parásitos del suelo que afectan gravemente las raíces.

Los alimentos que no debes plantar cerca de los tomates

Las patatas y las berenjenas, por pertenecer a la misma familia que los tomates, comparten enfermedades como el mildiú, lo que puede causar verdaderos estragos si se propagan entre cultivos.

También es preferible evitar los pepinos, que demandan más humedad, y el hinojo, que libera compuestos que pueden frenar el crecimiento de los tomates. Igualmente, las coles y brócolis tienden a competir demasiado por los nutrientes del suelo.

Con unos sencillos cuidados como podar los brotes laterales, regar solo en la base, abonar con potasio y cubrir el suelo con mantillo puedes llevar tu cultivo al siguiente nivel.