El plato típico español que sorprende a los turistas (y no es la paella)

Uno de los choques culturales más notarios cuando viajas a otros países tiene que ver con la gastronomía. Mientras que los platos típicos de una región son venerados por sus habitantes, a menudo resultan sorprendentes para los turistas extranjeros.

De la misma manera en que un turista español se queda 'tieso' al ver a locales en Asia comiendo insectos, muchos turistas que llegan a España se encuentran desconcertados ante algunas de nuestras delicias más queridas. Más allá de la paella, hay otros platos típicos que los dejan boquiabiertos.

El bocadillo de calamares

El bocadillo de calamares, típico de Madrid, es uno de los platos que más sorprende a los turistas. Para muchos, la idea de meter calamares fritos entre dos rebanadas de pan resulta desconcertante, ya que en pocas culturas se asocia el pescado con un bocadillo, más allá del atún. Sin embargo, este clásico madrileño desafía esas expectativas y, aunque inicialmente pueda parecer extraño, una vez que lo prueban, suele conquistar el paladar de los visitantes.

Percebes

Para muchos turistas, los percebes son una rareza inexplicable. Se asombran de que los españoles disfruten comiendo estos extraños crustáceos que crecen pegados a las rocas. Algunos los describen como “gusanos marinos”, y les parece aún más sorprendente que se pague una fortuna por ellos en los mercados.

Vaca

Si bien los turistas están acostumbrados a disfrutar de una buena hamburguesa, lo que les choca es la variedad de partes de la vaca que se consumen en España. La lengua, el hígado, el morro e incluso el rabo son ingredientes comunes en muchos platos.

Rabo de Toro y Criadillas

El rabo de toro es uno de los guisos más tradicionales de España y, aunque delicioso, resulta sorprendente para muchos visitantes. Aún más sorprendentes son las criadillas, o testículos del toro, un plato que no todos los españoles disfrutan, pero que sin duda genera un gran impacto en los turistas que no pueden imaginarse probando una parte tan peculiar del animal.

Filloas de Sangre

Este plato gallego, hecho con sangre de cerdo, se conoce como "crepes sangrientos" entre los turistas extranjeros. Para muchos, es incomprensible que alguien pueda disfrutar de un postre o plato elaborado con sangre, lo que les lleva a bromear sobre los españoles como "vampiros".

Morcilla y productos del cerdo

El dicho "del cerdo hasta los andares" se hace realidad en España. Los turistas se asombran al descubrir que no solo se comen los filetes, sino también la morcilla, las orejas, el morro y hasta las criadillas. Estos ingredientes, que forman parte de recetas populares, resultan tan exóticos como desagradables para quienes no están acostumbrados a la casquería.

Migas de Pan

Las migas, un plato humilde pero sabroso, también generan curiosidad entre los turistas. Lo que más les sorprende es la variedad de acompañamientos que pueden incluir, desde frutas hasta embutidos e incluso chocolate. Un plato que parece sencillo pero que refleja la rica tradición culinaria española, a pesar de su origen en tiempos de escasez.

Callos

Los callos son otro de los platos que genera opiniones divididas. A muchos españoles les encantan, pero para los turistas, la idea de comer estómago de vaca o cerdo guisado es, cuanto menos, sorprendente. Incluso algunos españoles no son aficionados a este plato, lo que aumenta aún más el desconcierto entre los visitantes extranjeros.

Chanquetes

En el sur de España, los chanquetes, un pequeño pescado frito, son todo un manjar. Sin embargo, para los turistas resulta extraño que estos pequeños peces sean tan apreciados. Aunque su tamaño y su sabor delicado los hacen deliciosos, para quienes no están familiarizados con este plato, los chanquetes son una rareza.

Así es como España, con su rica y diversa gastronomía, sigue sorprendiendo a los turistas que se aventuran más allá de la paella.