Alerta social

La pobreza energética llega ya al 27% de los niños

La Fundación Madrina denuncia que estos menores presentan patologías respiratorias, además de abandono y fracaso escolar

Imagen del barrio de Pan Bendito de Madrid
Imagen del barrio de Pan Bendito de MadridJesús G. FeriaLa Razón

La Fundación Madrina ha denunciado que en España aumenta cada vez más la pobreza energética, que se está haciendo crónica, al igual que lo hace la pobreza infantil. Las cifras de este indicador en nuestro país superan con creces la media de Europa: un 16% frente a un 11%. Además, mientras que la tendencia en España es al alza, con 6 puntos de crecimiento en las últimas dos décadas, en Europa se observa un mantenimiento de las cifras.

En este sentido, la pobreza infantil ya afecta al 27% de los niños vulnerables en España, lo que supone que se trata de un problema significativo en 1 de cada 4 hogares vulnerables.

Esta circunstancia tiene un impacto negativo en la salud de los niños y de las madres, especialmente de las mujeres embarazadas, donde hay más probabilidades de sufrir complicaciones durante la gestación y el parto.

Asimismo, los niños de hogares con pobreza energética tienen más probabilidades de tener bajo peso al nacer, sufrir problemas de desarrollo y presentar constantes patologías respiratorias, según indica la Fundación Madrina. Igualmente, la falta de luz y el estrés permanente por frío hace que aumenten el abandono y el fracaso escolar entre los menores.

Un ejemplo muy significativo de esta situación es la Cañada Real Galiana en Madrid. Se estima que 9 de cada 10 las familias que viven aquí en la actualidad sufren pobreza energética. Desde la pandemia de Covid-19 un gran sector de la vía pecuaria sobrevive sin luz, y las zonas que disponen de ella sufren cortes de luz constantes y prolongados, además de carecer de agua potable, y tener infraviviendas muy vulnerables, especialmente en los sectores 6 y 5, lo que les hace vivir en condiciones muy precarias e insalubres.

Esta situación tiene un impacto negativo y permanente en la salud, especialmente entre la población más vulnerable, como menores, mujeres gestantes y ancianos.

Actualmente, la Cañada Real está considerada como la bolsa de pobreza más grande y más extrema de Europa, lo que genera además un posible «gueto de delincuencia», señala la Fundación Madrina. Para esta entidad, la única solución es su realojo definitivo cuanto antes.

Durante los últimos años, Madrina ha intensificado su lucha contra la pobreza energética, sobre todo desde la pandemia de Covid-19, para lo que ha entregado miles de estufas, mantas, material de abrigo, calzado, material escolar y leña en invierno, así como ventiladores en verano, en aquellos puntos donde se observaba que los menores sufrían deshidratación y pérdida de peso grave (hasta dos kilos en 15 días). Además, ha distribuido alimentos y productos de higiene infantil a familias en situación de vulnerabilidad, incluidas las que viven en la Cañada Real.

La semana pasada, la Fundación Madrina acudió al rescate de una familia en el sector 5 de este poblado que lo perdió todo por un incendio. La organización les llevó alimentos, camas, sommier, ropa, mantas y sábanas para cubrir sus necesidades básicas.

Por todo ello, la entidad recuerda que es necesario «tomar medidas administrativas urgentes para abordar el problema de la pobreza energética y garantizar el acceso de todos a una energía asequible y sostenible», según señaló ayer en un comunicado.