¿Te has fijado en que al poner las legumbres en remojo, siempre hay algunas que flotan, aunque la mayoría se hunden?

Cocinar lentejas en el pasado era un proceso mucho más complejo que en la actualidad. Nuestras abuelas y bisabuelas no solo debían poner las lentejas en remojo, sino que, antes de eso, tenían que escogerlas cuidadosamente para eliminar las que estuvieran en mal estado, así como posibles piedrecillas y pequeños insectos que venían mezclados en los sacos.

Hoy en día, gracias a los controles de calidad en el envasado, ya no es necesario llevar el control sobre qué lentejas tirar ya que las estas suelen estar listas para su uso inmediato. Sin embargo, persiste una duda común: ¿Qué hacer cuando algunas lentejas flotan al sumergirlas en agua?

¿Por qué flotan algunas lentejas?

Al poner las lentejas en agua, ya sea para remojarlas o cocerlas, es normal que algunas floten. Esto no siempre es señal de que están en mal estado. La explicación está en la densidad: las lentejas que son menos densas que el agua tienden a flotar, mientras que las más densas se hunden. Esta diferencia puede deberse a irregularidades en la lenteja, como pequeñas bolsas de aire, oquedades causadas por insectos o, simplemente, a que algunas lentejas están más deshidratadas que otras.

¿Son seguras las lentejas que flotan?

Si bien algunas lentejas flotan debido a su menor densidad, esto no significa necesariamente que deban desecharse. En muchos casos, estas lentejas siguen siendo aptas para el consumo. Sin embargo, si tras varias horas de remojo siguen flotando, es recomendable descartarlas, ya que probablemente no se hidraten ni cuezan correctamente.

Estado de las lentejas

Otro factor importante a tener en cuenta es la calidad y el tiempo de almacenamiento de las lentejas. Las lentejas frescas, es decir, aquellas recolectadas el mismo año, tienden a flotar menos que las más viejas, que pueden haber perdido más agua con el tiempo y resultar más porosas. Así, si encuentras muchas lentejas flotantes, es posible que estés lidiando con un lote envejecido.

Para asegurarte de que estás utilizando legumbres de buena calidad, es importante examinarlas antes de cocinarlas. Al poner las legumbres en remojo, revisa las que flotan y deséchalas si presentan manchas, roturas o si siguen flotando después de varias horas. Además, opta por legumbres que estén bien selladas y almacenadas en un lugar fresco y seco para mantener su frescura. Así, podrás disfrutar de un plato delicioso y nutritivo, asegurando que las legumbres que elijas sean las mejores para tu cocina.