Tribunales

Poner un preservativo con la boca en un plátano, untarlo con miel y nata y lamerlo: así era la "gincana sexual" para menores en Barcelona

El alcalde de Vilassar de Mar y la ex concejal de Juventud tendrán que declarar este jueves en Mataró por los hechos ocurridos en 2022

Calendario de Juliol Jove de Vilassar de MarAYUNTAMIENTO DE VILASSAR DE MAR05/08/2022
Calendario de actividades donde aparece la gimkana nocturnaAYUNTAMIENTO DE VILASSAR DE MARAYUNTAMIENTO DE VILASSAR DE MAR

Elegir láminas con posturas del kama sutra para reproducirlas después hasta reventar un globo colocado entre dos personas; poner un preservativo con la boca en un plátano o palo, untarlo con miel y nata y lamerlo; hacer con plastilina penes y vulvas. Estas eran algunas de las actividades que formaban parte de una gincana celebrada en 2022 en la localidad de Vilassar de Mar (Barcelona), y en la que participaban niños desde los doce años.

Este jueves están llamados a declarar ante el Juzgado de Instrucción nº4 de Mataró el alcalde de Vilassar de Mar, en calidad de testigo, y la que era concejal de Juventud cuando ocurrieron los hechos, a la que se le investiga por posibles delitos de exhibicionismo y revelación, además de descubrimiento de secretos.

Y es que no es solo que estas actividades tuvieran lugar, sino que también se realizaron fotografías a menores de entre 12 y 14 años mientras las desarrollaban. Unas fotografías que después se subieron a las redes sociales de servicios dependientes del Ayuntamiento y que se distribuyeron a los medios de comunicación, con las caras sin pixelar.

El juzgado de Mataró admitió a trámite la querella presentada por Abogados Cristianos, en representación de la madre de uno de los participantes en la gincana.

El organismo catalán que equivaldría al Defensor del Pueblo investigó los hechos y ya dictaminó que la actividad promovida por el ayuntamiento presentaba "carencias" a la hora de garantizar los derechos de los niños y jóvenes. También insistió en otro punto clave, y es que ninguna de las personas encargadas de impartir la gincana tenía formación específica en educación afectiva y sexual con niños y adolescentes. Esta institución incidió a su vez en las desventajas que supone organizar actividades destinadas a un grupo tan amplio de edad como el que establecía esta gincana, que abogada por agrupar a personas de entre 12 y 30 años.

Cuando ocurrieron los hechos, los padres de los participantes expresaron su profundo malestar e incidieron en que nadie les había informado de las actividades que se iban a realizar, a la vez que pidieron responsabilidades a las autoridades. Desde el ayuntamiento de Vilassar de Mar se limitaron a "lamentar profundamente el error de comunicación" y se comprometieron a "tomar medidas para que las futuras actividades se difundan con la información más detallada posible".

Ahora habrá que esperar para ver cómo se desarrollan los hechos en el juzgado.