Violencia de género

Premios al compromiso para vencer la violencia de género

Dibujo de uno de los menores que participa en el proyecto social de la asociación Deméter por la Igualdad
Dibujo de uno de los menores que participa en el proyecto social de la asociación Deméter por la Igualdadlarazon

Fundación ARED, Nova Feina y Deméter por la Igualdad son las tres asociaciones galardonadas por Clece Social por su lucha contra los malos tratos. A través de proyectos sociales se comprometen a acabar con la desigualdad y a ofrecer un futuro mejor a las mujeres maltratadas

a inserción laboral de mujeres vulnerables víctimas de violencia de género y la atención e intervención a menores que sufren la violencia machista son los principales objetivos de las tres fundaciones ganadoras en los III Premios Compromiso de Clece. Esta empresa apoya a mujeres vulnerables facilitándoles su inserción laboral para que recuperen su autoestima, autonomía personal e independencia, además de participar en distintas iniciativas dirigidas a la sensibilización sobre este problema social. En la actualidad, 180 mujeres que han sido víctimas de esta lacra social se encuentran integradas en la plantilla.

La Fundación ARED, Nova Feina y Deméter por la Igualdad fueron las tres asociaciones premiadas en la categoría de Mejor Proyecto Social. Todas ellas nacen del compromiso social, la tenacidad y preocupación de profesionales del ámbito social, especialistas en políticas de igualdad y género, y personas que destinan todos sus esfuerzos en buscar la raíz de la violencia machista, de-sigualdad y brecha de género tan presentes en nuestra sociedad. En lo que va de año, en nuestro país ya son 46 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas,además de los tres casos que están en investigación. A diario, muchas de ellas sufren este maltrato, convirtiéndolas en uno de los colectivos sociales más vulnerables. En el esfuerzo por encontrar una salida, el empleo es una de las vías más eficaces para dejar atrás el maltrato y poder rehacer sus vidas, ya que en muchas ocasiones estas mujeres no denuncian porque su agresor es la única fuente de ingresos.

Gracias a proyectos como los de estas tres fundaciones y asociaciones, centenares de mujeres han encontrado el espacio de referencia para ser escuchadas, formadas y acompañadas en el camino de la incorporación laboral. «Un empleo para nuestras mujeres es fundamental para luchar por su independencia y así poder dar un mínimo de estabilidad a su vida y a la de sus hijas e hijos. Aunque también hay que reconocer que actualmente conseguirlo no significa salir de la pobreza, pues los empleos a los que acceden son de baja cualificación, mal pagados y con horarios que impiden la conciliación familiar. En la mayoría de los casos, las mujeres carecen de una red social que pueda encargarse de sus responsabilidades familiares si ellas no pueden», afirma Nova Feina, una de las asociaciones ganadoras de los III Premios Compromiso.

Otra de las premiadas, la Fundación ARED, creada gracias a la ilusión de cinco mujeres privadas de libertad, una voluntaria y una monitora de confección, desarrolla diferentes programas que persiguen mejorar la posición de las personas atendidas en el mercado de trabajo. «Para ello se llevan a cabo itinerarios personalizados de inserción y formaciones ocupacionales en el ámbito de la confección, la hostelería y el cuidado de personas», afirman.

La mayor parte de las mujeres que acuden a este tipo de asociaciones se encuentra afectada psicológicamente por el episodio experimentado. Por lo tanto viven situaciones de inestabilidad psicológica y emocional. «Hay que tener en cuenta las particularidades de cada mujer que atendemos porque derivan en necesidades diferentes según cada caso. Muchas se encuentran en situaciones de pobreza extrema, ya que la mayoría de las personas que atendemos no cobran ninguna prestación social y nunca han tenido una oportunidad en el mundo laboral regulado. Otras, además, sufren situaciones de exclusión social, tienen cargas familiares o viven situaciones de vulnerabilidad», cuentan desde la Fundación ARED. El reto de asociaciones como ésta es seguir atendiendo a las personas que lo necesiten a través de proyectos como en el que están centrados: integración sociolaboral de mujeres víctimas de violencia de género. «La finalidad es dotar a las mujeres de competencias, habilidades y recursos para lograr su integración social. A lo largo del itinerario, las mujeres trabajan aspectos como el trabajo en equipo, empatía, asertividad, constancia y gestión de la imagen personal entre otras».

Con este compromiso, Deméter por la Igualdad creó el programa «Atención e Intervención a Menores Víctimas de Violencia de Género», a través del cual pretenden «paliar las consecuencias de la exposición a la violencia de género en los menores», aseguran. Desde la asociación explican que los menores que llegan a esta asociación derivados de un organismo público que trabaja con mujeres víctimas de violencia machista, acuden con una «destacable mirada de miedo y tristeza. En muchos casos son conscientes de la situación vivida y en otros viven en un conflicto permanente ya que su mundo se ha derrumbado», cuentan a LA RAZÓN.

Cada vez existen más recursos y concienciación sobre esta problemática, por eso visibilizar el drama de la violencia de género a través de proyectos como los de estas tres asociaciones es fundamental. Sólo hay un camino válido para acabar con este problema: la educación en igualdad, la tolerancia y el respeto. «Un cambio social requiere un gran esfuerzo, pero con el compromiso y dedicación de empresas como Clece conseguiremos erradicar la violencia de género», concluyen desde Deméter por la Igualdad.