¿Propio de los españoles?

-¿Estamos ante la actitud propia de un «voyeur»?

-A todo el mundo le puede gustar mirar. Pero lo que hay detrás de un verdadero «voyeur» es miedo. No es capaz de mantener un encuentro cercano con un adulto. Sólo se excita mirando. No es capaz de mantener una relación sexual normal. Aunque el término se haya popularizado para calificar a los mirones en la calle, el «vouyeur» no siente gusto por mirar, sino excitación. Por ello, puede decirse que es una desviación sexual. En el caso de estos «vouyeurs digitales», es normal que sientan el deseo de hacer una foto o grabar un vídeo. Pero si, finalmente, y a pesar del peligro que corren, llevan a cabo su plan, y le dedican tiempo y energía, eso lo convierte enfermos. Y teniendo en cuenta los dispositivos que todos llevamos en el bolsillo y que estamos en pleno verano, es más fácil hacerlo.

- Algunos expertos señalan que este «voyeurismo digital» se da especialmente en España. ¿Va con nuestro carácter?

-No tengo datos al respecto. Pero no creo que en otros países de nuestro entorno como Francia, Portugal o Italia sean muy diferentes. Es cierto que los franceses o los ingleses llevan 50 años viendo «topless» en las playas y minifaldas, mientras que las mujeres marroquíes pueden ir completamente tapadas. Podríamos decir que, históricamente, nos situaríamos entre Noruega y Marruecos, mientras que culturalmente, estamos más cerca de franceses e italianos. En todo caso, hay que tener en cuenta que los jóvenes que ahora tienen 20 años han compartido desde pequeños clases y vestuarios mixtos.

*Sexólogo