Brote de ébola
Protocolo anti ébola: Sanidad recupera la cuarentena
El protocolo anti ébola prevé aislamientos ante contactos de riesgo con infectados
El Ministerio de Sanidad va a rescatar del cajón del olvido una práctica tradicional en la historia de la medicina española y mundial que había quedado relegada a un segundo plano durante la ya conocida como crisis del ébola: las famosas cuarentenas. El protocolo consensuado entre el departamento que dirige Ana Mato y los consejeros de Salud de las autonomías durante el último pleno del Consejo Interterritorial de Salud que se celebró la pasada semana incorpora a la práctica clínica dicha técnica de aislamiento preventivo, muy utilizada antaño con otras enfermedades generalmente epidémicas, para evitar posibles propagaciones del virus en caso de que se detectaran nuevos afectados.
El documento, en cuya revisión han participado reputados especialistas del ámbito de la Medicina Preventiva, la Pediatría, los Cuidados Intensivos Pediátricos, la Salud Laboral y las Enfermedades Infecciosas, determina como recomendación para los contactos de alto riesgo de personas infectadas por el virus el establecimiento «de una cuarentena en el domicilio» como regla general. Si no se pudiera garantizar el cumplimiento de la misma por razones de diferente índole, la cuarentena se produciría en el interior de un hospital, una de las grandes novedades.
El nuevo protocolo remarca además que la persona o institución responsable realizará «una vigilancia activa con toma de temperatura supervisada durante los 21 días posteriores a la última fecha de exposición posible a la infección. No obstante, en determinadas situaciones, esta cuarentena será valorada y, en su caso, validada, por el responsable de Salud Pública». Ahora bien, ¿qué es un contacto de alto riesgo? Autoridades y expertos lo definen en el documento como toda aquella persona que ha estado sin el traje de protección adecuado o que ha presentado incidencias en la utilización de esa protección, siempre que haya estado en un radio de un metro del infectado, y éste estuviera «tosiendo, vomitando, sangrando o tuviera diarrea».
También lo son los que mantengan relaciones sexuales sin preservativo con una persona infectada por el ébola y confirmada como tal, en las siete semanas posteriores a su recuperación. Entre el alto riesgo figuran también situaciones como el «contacto directo con ropas, ropa de cama o fómites contaminados con sangre, orina o fluidos de un caso confirmado, sin el equipo protector adecuado, la existencia de herida percutánea o exposición de las mucosas o fluidos corporales de un caso confirmado, o la atención a un caso confirmado o manejo de muestras sin la protección adecuada».
Como últimos puntos, el protocolo incluye el contacto con el cadáver de una persona fallecida por ébola o con ropa o fómites del cadáver sin el equipo protector adecuado, así como el contacto directo con animales como «murciélagos, roedores o primates, su sangre, fluidos corporales o su cadáver, o con carne de caza no cocinada en un área afectada». Fuentes sanitarias explicaron a este periódico que, en principio, la enfermera Teresa Romero no podría haber entrado dentro de este aislamiento o cuarentena, toda vez que después de atender al misionero Manuel García Viejo y de asear su habitación durante el fallecimiento no notificó incidencias en su traje.
De la misma forma, tampoco entrarían en cuarentena los profesionales sanitarios que atienden ahora a la auxiliar, salvo que notificaran incidencias en el equipo protector, pero sí su marido o la médico de familia a la que acudió para notificar su malestar y recabar un tratamiento contra la incipiente fiebre que padecía.
Procedimiento habitual contra las epidemias
La medida más habitual, y reconocida, para frenar la expansión de las epidemias (a ese mismo remedio se recurrió cuando la gripe española se difundió por el continente europeo y americano) forma ya parte del nuevo protocolo para controlar a posibles enfermos de ébola. La última vez que España acudió a esta medida extraordinaria fue en mayo de 2009. Un brote del gripe A (H1N1) alertó a los servicios sanitarios mundiales. Los primeros casos confirmados de esta enfermedad se registraron en la base militar de Hoyo de Manzanares.
¿Qué es alto riesgo?
Contacto cercano: Estar en un radio de un metro del afectado sin traje apropiado o con incidencias, mientras éste tose, vomita o sangra.
Sexo: Practicarlo sin preservativo con un infectado confirmado en las siete semanas posteriores a su recuperación.
Cadáver: contacto con el mismo o con su ropa sin el equipo protector o con incidencias en su uso.
Animales: contacto con murciélagos, roedores o primates, o sus cadáveres de zonas afectadas.
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