Psicología

Por qué hablamos con nuestras mascotas como si fueran personas, según la psicología

Dirigirse a un perro o un gato como si entendieran cada palabra no es solo una costumbre tierna: tiene una base psicológica

Por qué hablamos con nuestras mascotas como si fueran personas, según la psicología
Por qué hablamos con nuestras mascotas como si fueran personas, según la psicologíaUnsplash

Hablarle a tu mascota de lo que hiciste en el día, contarle un problema o usar un tono similar al que se emplea con un bebé es más común de lo que parece. La psicología lo define como antropomorfismo, es decir, atribuir cualidades humanas a seres no humanos. Lejos de ser un gesto trivial, esta costumbre responde a una necesidad profunda de conexión emocional.

Antropomorfismo y vínculo afectivo

Por qué hablamos con nuestras mascotas como si fueran personas, según la psicología
Por qué hablamos con nuestras mascotas como si fueran personas, según la psicologíaUnsplash

Cuando conversamos con nuestras mascotas, proyectamos en ellas nuestras emociones e intenciones, creando un puente afectivo. Aunque los animales no comprendan las palabras como los humanos, sí responden a nuestro tono, ritmo y expresiones repetitivas. Este tipo de interacción -similar al "baby talk"- fomenta la sensación de diálogo y refuerza el lazo con ellos.

Según el psicólogo Usman Ahmad, hablar con un perro o un gato puede ayudar a expresar emociones, liberar tensión y aumentar la sensación de compañía. La ciencia respalda estas observaciones: quienes se comunican verbalmente con sus mascotas reportan menos estrés, mejor estado de ánimo y un mayor sentimiento de conexión.

Un apoyo para la salud mental

Las mascotas ofrecen un espacio libre de juicios: no interrumpen, no critican y no presionan. Esta presencia silenciosa y receptiva crea un entorno seguro para abrirse emocionalmente. De ahí que terapias como la zooterapia o terapia asistida con animales se utilicen para favorecer la expresión emocional y el bienestar psicológico.

En personas que viven solas o atraviesan momentos de aislamiento social, este hábito puede convertirse en una herramienta cotidiana para cuidar la salud mental.

Beneficios en la infancia

Por qué hablamos con nuestras mascotas como si fueran personas, según la psicología
Por qué hablamos con nuestras mascotas como si fueran personas, según la psicologíaUnsplash

El psicólogo estadounidense Boris Levinson observó que los niños con dificultades para socializar interactúan con mayor comodidad cuando un animal está presente. Sus investigaciones dieron origen a la terapia asistida con animales, que ha demostrado mejorar la autoestima, reducir la soledad y facilitar que los más pequeños se abran y se comuniquen.

Un hábito sano y reconfortante

Si alguna vez has confiado a tu mascota tus preocupaciones o le has contado una anécdota divertida, la psicología te respalda: es un comportamiento natural que alimenta el vínculo y contribuye al bienestar emocional. En palabras simples, hablar con tu perro o tu gato no es perder el tiempo: es cuidar de tu conexión con ellos… y contigo mismo.