Tradiciones
¿Por qué la Noche de San Juan ya no coincide con el solsticio de verano?
El solsticio de verano es la noche más corta del año y es el hito que marca el inicio del verano. Por eso, ha dado lugar a infinidad de rituales paganos y religiosos. La Noche de San Juan es uno de ellos
El verano es, posiblemente, la estación más esperada del año. Es el momento del calor, las vacaciones, la manga corta y las noches largas. Afortunadamente, no vamos a tener que esperar más. Mañana, miércoles 21 de junio, comenzará oficialmente el verano en el Hemisferio Norte. El evento astronómico que marca este cambio de estación es el solsticio de verano.
La palabra solsticio viene del latín “solsticium” y se refiere al momento exacto del año en el que nuestra estrella, el Sol, llega a su mayor o a su menor altura aparente en el cielo terrestre. Básicamente, lo que ocurre durante este día es que el eje de la Tierra está en su punto más inclinado con respecto al Sol, lo que hace que sea el día con más horas de luz solar y, por lo tanto, el día más largo y la noche más corta del año.
En total, el verano durará 92 días… hasta que el sábado, 23 de septiembre, a las 08:50 horas, se produzca el equinoccio de otoño, que es el evento astronómico que marca el final del verano y el comienzo del otoño. Al igual que ocurre en el caso de la palabra “solsticio”, “equinoccio” es una palabra que también tiene su origen en el latín y proviene de aequinoctium, que significa “noche igual”. El equinoccio se produce cuando el Sol se encuentra sobre la línea del ecuador, por lo que el día y la noche en ambos hemisferios tienen exactamente la misma duración.
Dado que el solsticio de verano tiene un impacto en el clima y las condiciones meteorológicas, muchas culturas han dotado al solsticio de verano de un contenido simbólico y ritual, dando lugar a muchas fiestas folclóricas y celebraciones en todo el mundo. En el caso de España, la tradición a la que normalmente se asocia el solsticio de verano es la Noche de San Juan. En rigor, estos dos eventos no coinciden en el calendario... aunque hace algún tiempo sí lo hacía.
Un desajuste en el calendario
Cada 23 de junio se celebra la Fiesta o la Noche de San Juan. Una festividad marcada en el calendario litúrgico de la Iglesia por ser la víspera del nacimiento de San Juan Bautista. Sin embargo, su origen es más pagano que cristiano. Inicialmente, la celebración sí que coincidía con el solsticio de verano y la consecuente entrada en la época estival, pero esto cambió cuando se adoptó definitivamente el calendario gregoriano, en sustitución del calendario juliano.
De acuerdo al antiguo calendario juliano, el solsticio sí que caía el 23, el 24 e incluso el 25 de junio. Pero cuando se corrigió finalmente el orden del tiempo por orden del papa Gregorio XIII, la fecha que marca el inicio del verano se trastocó, adelantándose unos días y dando origen a esta confusión.
Además, la asociación de la festividad con el solsticio de verano ya había quedado relegada a un segundo plano desde que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano. A partir de este momento, la tradicional Noche de San Juan, así como muchas otras celebraciones populares, fueron integradas al nuevo orden religioso, vinculándolas, eso sí, a hechos bíblicos.
En el caso de la Noche de San Juan, la tradición cristiana asimiló el ritual pagano relacionándolo con un episodio bíblico en el que Zacarías ordenó encender una hoguera en la medianoche, para anunciar así el nacimiento de su hijo Juan. De esta forma, la celebración arraigó profundamente en muchos lugares, dando origen a la tradición de prender hogueras que se repite en muchos países de ascendencia cristiana, sobre todo en aquellos culturalmente hispanos como Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Perú o la misma España.
En nuestro país, es una costumbre que se celebra con mayor entusiasmo en unas regiones que en otras. Por ejemplo, esuna fiesta con especial arraigoen ciudades como Zafra o Alicante, pero su impacto es más bien insignificante en otras localidades como Madrid (por nombrar alguna). En cada región es diferente. A pesar de que en todas ellas se celebra la misma festividad, cada localidad la ha hecho propia y cada una de ellas ha cultivado sus propias tradiciones. Aunque en casi todas ellas sigue habiendo un denominador común: las hogueras.
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