En un mundo cada vez más conectado digitalmente, el contacto humano sigue siendo una de las necesidades más básicas y valiosas para el bienestar de las personas. El contacto humano abarca todas aquellas formas de interacción directa que tenemos con los demás, ya sea a través del contacto físico, la comunicación verbal o el apoyo emocional.

Además, el contacto humano es fundamental para el desarrollo emocional, especialmente en los niños, pero también en los adultos. Permite crear y mantener relaciones significativas, fomenta la empatía y ayuda a superar momentos difíciles. Aunque hoy en día podemos comunicarnos fácilmente a través de mensajes, llamadas o videollamadas, nada sustituye la riqueza de una interacción cara a cara o de un abrazo.

Sin embargo, hay ocasiones en las que cuando una persona toca a otra de forma voluntaria o involuntaria, se produce como una especie de calambrazo ocasionado por una pequeña corriente eléctrica. Esto más que doloroso, es una acción verdaderamente curiosa.

¿Por qué me da corriente cuando toco algo?

Aunque pueda parecer increíble o incluso difícil de creer, el cuerpo humano es naturalmente capaz de conducir la electricidad. No resulta tan sorprendente que ciertas personas logren transmitir corriente eléctrica a través de sus propios cuerpos.

Tampoco sería “asombroso” reconocer que hay quienes presentan una mayor facilidad para esto y perciben la electricidad como algo habitual en su día a día. Y, aunque no lo parezca, todo esto posee una explicación científica: la electricidad estática.

La electricidad estática, también denominada energía electrostática, consiste en la concentración de un exceso de carga eléctrica, ya sea positiva o negativa, sobre un material que puede ser conductor o aislante.

Sin entrar en detalles demasiado técnicos sobre la electrostática, vale la pena mencionar que este fenómeno surge cuando se acumula carga eléctrica en un punto específico; en esencia, «se trata de la acumulación de electricidad o de carga eléctrica en la superficie de los objetos», sobre todo cuando los electrones pasan de una superficie a otra mediante el contacto. Si los materiales involucrados son aislantes, mantendrán esa carga eléctrica acumulada.

Así, un objeto quedará con carga positiva (pues ha perdido electrones), mientras que otro tendrá carga negativa (porque ha ganado electrones). Si uno de los objetos cargados entra en contacto con un conductor, como un trozo de metal, la carga se equilibra y se produce una pequeña descarga eléctrica.

Cuando los electrones son desplazados de materiales como el vidrio, el cabello o ciertas telas debido a la fricción, y dichos electrones generan un voltaje acumulado, es probable que el material atraiga una corriente eléctrica. En ese momento, podemos experimentar lo que comúnmente se siente como un calambre, conocido también como descarga electrostática en nuestro cuerpo.

En otras palabras, este fenómeno ocurre porque durante tus movimientos, como caminar sobre una alfombra, llevar ropa sintética o frotarte con ciertos materiales, los electrones se transfieren entre tu cuerpo y esos objetos.

Al tocar un objeto conductor, como una manilla metálica, la carga eléctrica excedente busca equilibrarse rápidamente: los electrones saltan de tu cuerpo al objeto (o viceversa), lo que genera un pequeño flujo de corriente eléctrica que percibes como un calambre o chispazo. Este proceso se llama descarga electrostática y es común en ambientes secos o cuando usas ciertos tipos de calzado y ropa.

En resumen, el calambre que sientes es la forma en que tu cuerpo libera la electricidad estática acumulada, y no representa un peligro para la salud.

¿Qué hacer cuando tienes electricidad en el cuerpo?

Cuando tienes electricidad estática acumulada en el cuerpo y sientes descargas al tocar objetos, puedes seguir estos consejos prácticos para neutralizarla y evitar esas molestias:

• Toca un objeto metálico conectado a tierra: Por ejemplo, los tornillos de un interruptor de luz, un radiador o una tubería. Esto permite que la carga se descargue rápidamente al suelo.

• Aumenta la humedad del ambiente: Usa un humidificador o coloca recipientes con agua cerca de fuentes de calor. Los ambientes secos favorecen la acumulación de electricidad estática.

• Hidrata tu piel: Aplica crema hidratante con regularidad, ya que la piel seca acumula más carga eléctrica.

• Usa ropa de fibras naturales: Opta por prendas de algodón, lana o lino en lugar de materiales sintéticos, que generan más estática.

• Camina descalzo o usa calzado con suela de cuero: Las suelas de goma aíslan y evitan que la carga se disipe, mientras que el cuero o estar descalzo permiten que la electricidad se descargue al suelo.

• Dúchate o lávate las manos: El agua es buena conductora y ayuda a eliminar la carga acumulada.

• Evita frotar materiales sintéticos: Reducir el contacto con plásticos y telas sintéticas disminuye la generación de electricidad estática.

Estas medidas te ayudarán a sentirte más cómodo y a reducir la frecuencia de los calambres causados por la electricidad estática en el cuerpo.