Quintero, adiestrador: «El perro es lo que le hagamos creer que es»

Gaspar Quintero es entrenador de perros y dedica su vida profesional a ayudar a todas las familias que necesitan adiestrar o educar a sus canes. Lo más importante para este experto es educar a los animales, pero insiste en que junto a los animales es importante que las familias también aprendan.

–¿Por qué se dedica a esta profesión?

–Llevo cinco años trabajando como adiestrador canino y me siento muy reconfortado cuando ayudo a otras personas y a sus mascotas. Los primeros años cuesta un poco, pero te das cuenta de que es muy gratificante. Y por supuesto me encantan los perros.

–¿Siempre ha querido ser entrenador canino?

–En un principio no lo tenía muy claro, sí que es cierto que un familiar mío se dedicaba al mundo de los animales y eso me ayudó un poco. Pero, sin duda, lo que me decidió fue la llegada de dos perros a mi vida. Con ellos empezó todo.

–¿Cuál es su método favorito para el adiestramiento?

–Hay mucha gente que tiene un método definido, como el positivista que está muy de moda, pero en mi caso me adapto a cada perro. No tengo un método concreto. Cada mascota es un mundo diferente, como las personas. Yo no soy de métodos positivos o negativos. Hay que valorar la situación y, sobre todo, preguntar a los dueños qué están buscando.

–¿Cuál es el error más común que cometen los dueños?

–Humanizar al perro y no tratarlo como lo que es. El exceso de cariño y la falta de información a la hora de comprar un perro también crean problemas. Actualmente te das cuenta del «boom» que existe con los perros. Muchas parejas jóvenes deciden acoger un perro en vez de tener un hijo, y en muchos casos, lo tratan como tal y ahí llegan los problemas...

–¿Cuál es la diferencia entre un adiestrador y un educador?

–Un profesional debe conocer los dos aspectos. Personalmente creo que la educación es el día a día con el perro, la convivencia con él . Y por otro lado está el adiestramiento, que es una parte de la educación y con la que se debe controlar al perro, conseguir que obedezca.

–¿Los programas televisivos sobre el adiestramiento son fieles a la realidad?

–La verdad es que no creo en ellos porque cada perro es diferente. Tener un solo método para todo los perros es prácticamente imposible. Mi trabajo se basa en formar a los dueños que son los que van estar cada día con el animal. Por eso me parece mal que algunos adiestradores, como los que aparecen en televisión, afirmen que tienen un método infalible para todos los perros.

–¿Cuál es la raza más fácil de adiestrar? ¿y la más difícil?

–La más difícil es el Bull terrier porque son muy poco expresivos, muy duros y, en la mayoría de los casos, muy cabezones. La más fácil, bajo mi punto de vista, es el labrador.

–¿Es posible reeducar a un perro que ya no es un cachorro?

–Claro que sí. Tenemos todo a nuestro favor si el can es joven, pero siempre se puede educar. Hay mucha gente que llama con casos extremos y piden cosas fuera de lo normal, pero casi siempre se puede ayudar.

–¿Cuál sería su consejo para un dueño primerizo?

–Lo primero es hacer una buena selección. Contratar a un profesional antes incluso de tener al perro, contarle tu estilo de vida y, sobre todo, tu poder adquisitivo para poder adaptarte a las necesidades del perro.

–¿Cuáles son los problemas mas frecuentes que encuentras a la hora de adiestrar?

–La ansiedad por la separación. Esto viene dado por un «hiper apego», una relación tóxica... Se trata de un exceso de cariño con el perro que más tarde se transforma en ansiedad cuando el dueño no está en casa.

–¿Hay diferencias entre hembras y machos?

–Sí, creo que un macho para una mano inexperta es más fácil de llevar porque cuando es agresivo es sencillo adiestrarlo. Sin embargo, una hembra es mucho más cañera. Si es problemática es mucho más difícil tratarla.

–¿Existen razas problemáticas o perros peligrosos?

–Yo creo que es un falso mito, el perro en realidad es lo que nosotros le hagamos creer que es. Los perros son agresivos porque el dueño no tiene la información suficiente para manejarlos y la situación se vuelve en su contra. Lo más curioso es que muchos perros como yorkshires y snaucers son mucho más agresivos que los de raza grande. Eso sí, nunca hay que dejar de lado que un perro grande es mucho más fuerte que uno pequeño.

–¿Qué opina del maltrato animal?

–Bueno eso ya es algo fuera de serie... Tengo muchas compañeras de protectoras que están luchando cada día contra eso. Es algo que sucede casi a diario, creo que la gente está más concienciada, pero aún se siguen cometiendo atrocidades. Me parece increíble que, a día de hoy, se vendan perros en comercios y que se expongan en los escaparates.