Psicología

Rasgos de personalidad que comparten los genios más brillantes

Estos rasgos les permiten alcanzar alturas de creatividad e innovación que la mayoría solo puede soñar

VIT06. VITORIA, 17/07/2010.- El guitarrista Paco de Lucia, durante su actuación en la última noche de la 34 edición del Festival de Jazz de Vitoria.
El guitarrista Paco de Lucia, durante su actuación en la última noche de la 34 edición del Festival de Jazz de Vitoria. ADRIAN RUIZ DE HIERROAgencia EFE

Las habilidades cognitivas que nos permiten adaptarnos a nuestro entorno, enfrentar desafíos, resolver problemas y, sobre todo, crear son precisamente lo que distingue al ser humano de las demás especies que habitan en el planeta. Estas habilidades, cuando se presentan a un nivel excepcionalmente alto, se encuentran comúnmente asociadas con un término que todos conocemos: "genio".

No obstante, es importante destacar que el concepto de "genio" no se limita únicamente a la inteligencia, la cual es frecuentemente conceptualizada como una capacidad única, inmutable y cuantificable a través de pruebas estandarizadas. En lugar de ello, cuando hablamos de un genio, nos referimos también a individuos que sobresalen en otras áreas específicas de habilidad, como pueden ser la música o el arte.

Albert Einstein
Albert EinsteinArchivoArchivo

Estos individuos pueden no sobresalir en aspectos como el razonamiento lógico o las habilidades matemáticas, pero su excepcional habilidad en su área de especialidad les otorga el título de "genio". Una de las preguntas que más ha desconcertado a los estudiosos y que continúa siendo un terreno abundante para el debate y estudio es: “¿un genio nace o se hace?”.

Es decir, ¿el genio es innato, o se puede cultivar y desarrollar? Y si el genio es algo que se puede desarrollar, ¿Existen hábitos o comportamientos que pueden empujar a una persona hacia la genialidad? Lo cierto es que no está nada claro. Lo que sí se ha observado es que los genios comparten una serie de rasgos de la personalidad o características que podrían ayudarles a desarrollar un talento innato y, con el tiempo, destacar en sus respectivos campos.

Son curiosos

El primer rasgo de un genio es su curiosidad e impulsividad. Según el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, autor del libro "Creatividad", los genios suelen ser personas con una excepcional curiosidad y espontaneidad. Este rasgo los lleva a tener un profundo interés y un deseo incontenible por entender el mundo que les rodea.

Son dedicados

La genialidad no está necesariamente ligada a la excelencia académica. Según una investigación de Dean Simonton, de la Universidad de California, no siempre existe una correlación entre el nivel de educación formal y la genialidad. Los genios más destacados suelen tener un nivel de educación moderado. Lo realmente importante es su capacidad para aprender de manera autónoma, así como su dedicación y amor por su trabajo. Por lo tanto, la verdadera genialidad se relaciona más con la pasión y la dedicación que con la educación formal.

Son autocríticos

Los genios a menudo emplean un método de ensayo y error en su trabajo. Identifican un problema, proponen una solución, la ponen a prueba y luego analizan los resultados. Dedican una cantidad significativa de tiempo a reflexionar sobre el resultado de su trabajo y hacer los ajustes necesarios si no logran alcanzar sus metas; pero de una forma tremendamente exigente. Este enfoque autocrítico es fundamental para su proceso creativo y contribuye a su genialidad.

Juego de ingenio
Juego de ingeniolarazon

Son ermitaños

Los genios suelen dedicarse intensamente a su trabajo, lo que a veces puede afectar sus relaciones personales. Esta dedicación profunda puede llevar a comportamientos de obsesión en su búsqueda de la perfección en su área de dominio. Aunque este compromiso puede no siempre resultar en una satisfacción personal inmediata, es un componente esencial de su genialidad. Es importante tener en cuenta que esta intensa dedicación puede llevar a algunos genios a desarrollar comportamientos que pueden ser interpretados como neuróticos o egoístas.

No son materialistas

Los verdaderos genios trabajan impulsados por pasión y vocación, no por lucro. Se entregan a su labor con entusiasmo y se concentran en mejorar su trabajo por el gozo que les produce la actividad en sí, más que por cualquier gratificación externa. Además, es interesante notar que aquellos menos impulsados por recompensas externas suelen ser quienes finalmente las obtienen.