Alimentación
La razón por la que tomar café caliente en verano ayuda a refrescarnos y quitar el calor
En esta época del año, las bebidas frías son más apetecibles, pero el calor de esta bebida puede tener beneficios para nuestra salud
Su sabor, el aroma que desprende o la cafeína que contiene y que nos ayuda a mantenernos despiertos. El café es una de las bebidas que más disfrutamos y tomamos a lo largo del día. Solo, con leche o un sinfín de variedades son las opciones que tenemos para tomarlo. En invierno, por ejemplo, un café caliente es un remedio para generar calor en nuestro organismo. Pero, al contrario de lo que se piensa, tomarlo de la misma forma con las altas temperaturas del verano, en lugar de frío, puede ayudarnos a quitarnos la sensación de calor de esta época del año.
El café ha desempeñado un papel importante en muchas culturas, siendo una bebida social y una parte integral de numerosas tradiciones y rituales. Además, es una experiencia placentera para muchas personas, ya que brinda energía y nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo. El café también contiene antioxidantes y otros compuestos beneficiosos para la salud.
Cómo tomar el café en verano: ¿frío o caliente?
En la actualidad, al café se le atribuyen una gran cantidad de beneficios probados por varias investigaciones. Tanto el café normal como el descafeinado tienen sorprendentes propiedades saludables relacionadas con la longevidad, enfermedades cardiovasculares o salud hepática, renal y mental, así como accidentes cerebrovasculares o la diabetes. También el cáncer, entre ellos, el de hígado, vejiga, mama, cavidad bucal y faringe, colorrectal, endometrio, esófago, hepatocelular, leucemia, páncreas o cáncer de próstata.
La cantidad de cafeína puede variar según el tipo de café y la forma en que se prepare. Y es que según estudios, beber una taza de café al día está asociado con una reducción del 3% del riesgo de muerte, mientras que tres dosis diarias se relacionan con una reducción del 13% del riesgo de fallecer. Asimismo, los estudios analizan diversas cantidades de tazas de café, pero se considera que la mayoría de sus beneficios aparecen a partir de las dos tazas al día. Un análisis publicado en el European Journal of Preventive Cardiology establece que beber de dos a tres tazas de café al día se asocia a una mayor esperanza de vida y a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular que evitar el café.
El café se puede disfrutar cualquier día del año y en todas las épocas, y el cómo tomarlo puede depender de las preferencias individuales y las circunstancias personales, así como ser un hábito o estar en un ambiente con aire acondicionado, donde la temperatura interior puede ser incluso fresca. Aunque el café frío en verano nos dé una sensación de frescor, lo cierto es que tomarlo caliente puede ayudar a digerir mejor el calor. Y los árabes, por ejemplo, son los que mejor representan esta ecuación. Los países de esta cultura se caracterizan por tener climas desérticos y templados en invierno, pero ellos disfrutan tomar esta bebida a altas temperaturas. Conocen los beneficios mejor que nadie, e independientemente de la estación del año o la sensación de calor, lo toman a altas temperaturas.
Tomar un café caliente ayuda a que el cuerpo se regule y la temperatura interna aumente, lo que genera que nuestro organismo produzca un efecto de refrigeración natural con el sudor, que al entrar en contacto con el ambiente exterior, la temperatura interna entra en balance con el clima. Al empezar a sudar como mecanismo de defensa, las partículas líquidas entran en contacto con el aire y esto genera una sensación de frescura y alivio. Por otro lado, aporta hidratación al organismo, algo necesario cuando estamos sufriendo de calor y deshidratación.
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