Sanidad
Reino Unido se plantea financiar un fármaco para que parados con obesidad vuelvan a trabajar
El primer ministro, Keir Starmer, insiste en la necesidad de reducir la presión sobre el Sistema Nacional de Salud británico
Reino Unido se plantea dar luz verde a que la sanidad pública administre un fármaco para bajar de peso a los desempleados con obesidad para que se puedan reincorporar al mercado laboral, algo que el primer ministro británico, Keir Starmer, consideró este martes beneficioso para la economía.
"Creo que este medicamento podría ser muy importante para nuestra economía y para la salud. Este medicamento será muy útil para las personas que quieren perder peso, necesitan perder peso, es muy importante para la economía, para que la gente pueda volver a trabajar", declaró Starmer a la cadena BBC, informa Efe.
El primer ministro insistió en la necesidad de reducir la presión sobre el Sistema Nacional de Salud (NHS, en inglés), por lo que esta propuesta sería una de las opciones a considerar.
El Gobierno británico se plantea esta opción a raíz del comienzo de un estudio de la compañía farmacéutica Lilly para establecer la efectividad del fármaco Mounjaro para el tratamiento de la obesidad y su contribución a reducir el desempleo. El medicamento es considerado efectivo después de que un análisis anterior encontrase que las personas inyectadas con este fármaco perdieron un 21% de su peso corporal durante un periodo de 36 semanas. El NHS considera que, de llevarse adelante el plan, tendrá que ser escalonado porque se espera un alto nivel de demanda.
Según señala la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), en su página web, Mounjaro contiene un principio activo llamado tirzepatida y se utiliza para tratar adultos con diabetes mellitus tipo 2. Además, reduce el nivel de azúcar en el cuerpo solo cuando los niveles de azúcar están altos también se utiliza para tratar a adultos con obesidad o sobrepeso (con un IMC de al menos 27 kg/m2). El fármaco influye en la regulación del apetito, lo que puede ayudar a comer menos alimentos y a reducir el peso corporal.
Debido al elevado coste, este tipo de inyecciones solo son recetadas por la sanidad pública en el caso de obsesos con problemas de salud y también para los que tienen diabetes, pero con el nuevo plan el Gobierno pretende ampliarlo de forma gratuita a más personas que sufren ese problema.
El líder laborista se manifestó a favor del plan después de que lo expusiera el ministro británico de Sanidad, Wes Streeting, en un artículo publicado en el rotativo "The Telegraph".
"Nuestros cinturones cada vez más anchos también están imponiendo una carga significativa a nuestro servicio de salud, costando 11.000 millones de libras (13.090 millones de euros) al año, incluso más que fumar", señaló.
"Las enfermedades causadas por la obesidad -indicó Streeting- hacen que las personas se tomen cuatro días adicionales por enfermedad al año como promedio, mientras que muchos otros se ven obligados a quedarse sin trabajo".
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