Libros

Libros

Remedios Gomis: «Debería haber una asignatura sobre las relaciones adultas»

Literamente, «entrenadora de amor», ha ampliado su consulta a las páginas de su libro «All you need is love» (Planeta), en el que da ocho pasos para descubrir a la pareja ideal.

Remedios Gomis: «Debería haber una asignatura sobre las relaciones adultas»
Remedios Gomis: «Debería haber una asignatura sobre las relaciones adultas»larazon

Literamente, «entrenadora de amor», ha ampliado su consulta a las páginas de su libro «All you need is love» (Planeta), en el que da ocho pasos para descubrir a la pareja ideal.

Remedios Gomis lleva más de veinte años dedicada al mundo del amor, concretamente, a ayudar a encontrarlo. Paradójicamente su nuevo libro es un buen regalo para un soltero en San Valentín, fecha que le «da igual que la haya inventado una gran empresa para potenciar el consumo. Las Navidades y los Reyes también, y nadie se lo cuestiona. Es bonito que haya un día dedicado a la pareja, igual que existe uno a la madre y al padre».

–¿Cuál es el primer paso para un «Love coach»?

–Saber por qué el cliente quiere una pareja. Muchos responden porque desean compartir su tiempo o tener hijos, pero puedes tenerlos solo, o puedes compartir piso para estar acompañado. Querer una pareja es crear un proyecto de vida en común. Entonces empezamos a trabajar con lo que tú estarías dispuesto a sacrificar por tu pareja, y ahí es cuando la gente se lo piensa. También se dan pautas y herramientas para potenciar el poder de seducción y el carisma, y se encamina a las personas para que consigan el perfil que buscan.

–¿Cómo son sus clientes?

–De nivel alto y con buenas profesiones, suelen estar entre los treinta y tantos y los cuarenta. No te puedes imaginar qué tipo de personas acuden, me han preguntado si algún famoso, pero no se puede decir.

–¿Cómo los encuentra en una sociedad en la que se valora tanto estar solo?

–La única soledad positiva es la autoimpuesta. Hay personas que tienen muy claro que no quieren pareja porque no están dispuestas a compartir nada y son espíritus libres. Luego, hay otra causada por rupturas, por viudez, ésa es la peor porque repercute en otras áreas de tu vida y no rindes igual. Una persona que esté bien con su pareja y tenga estabilidad emocional, a nivel laboral da mucho más que otra que tenga una carencia afectiva. Por eso, de aquí a veinte años las empresas tendrán un «Love coach» contratado en plantilla.

–Se dice que si no buscas, encuentras, ¿eso ocurre con el amor?

–Tú sales un sábado de fiesta pensando en ligar, conocer a alguien. Estás tan centrado en eso que tienes ya un prototipo de persona en mente e ignoras a gente que sería interesante. Y cuando vuelves a casa solo lo haces con sensación de fracaso. Cuando tienes expectativas es difícil porque te las sueles poner más altas de lo que corresponde. Hay que revisarlas para ver si son realistas. Por ejemplo, un chico que no sea físicamente agraciado, que no tenga trabajo ni estudios, sin embargo quiere a una chica culta, guapa, universitaria, con coche... Ese joven no va a encontrar una pareja así porque las mujeres que él quiere no buscan el perfil de chico que él ofrece.

–¿La belleza y el dinero cómo influyen?

–Hay que ver lo que quieres y qué puedes dar, y después pensar en los lugares en los que puedes encontrar ese colectivo de gente que encaja contigo. A veces antes de ponernos a buscar tenemos que actualizarnos nosotros, a nivel físico, cultural, o lo que sea. Tengo casos de chicas a las que les hago un cambio de imagen completo. Desde estilismo, peluquería, maquillaje, «shopping», y esa persona se transforma en otra. Si quieres conseguir algo de un tipo o ambiente concreto, tú también tendrás que ponerte al día.

–Es decir, los cánones de belleza son importantes en su trabajo.

–Esos rasgos son muy relativos, no los hay estándar. Tengo una clienta que tiene un par de kilos de más y cree que por eso nadie le va a querer. Yo le digo que hay chicos cuyo canon de belleza son chicas delgadas y ella no entraría dentro de su prototipo. Pero a otros hombres no les gustan las flacas y ésa es la persona a la que ella le va a gustar.

–Pero eso es buscar una pareja, no encontrar el amor.

–En la vida hay personas con suerte que encuentran la ideal pronto y hay otras que necesitan que pasen muchas personas hasta que hallan con quien compartir su vida. Una cosa es enamorarse y otra en encontrar la pareja perfecta. Cuando una persona se enamora idealiza a la otra, pero ese sentimiento se reduce normalmente a los dos años, se va el amor y queda el pozo. Entonces te das cuentas de que no tenéis nada en común, sois desconocidos, y os separáis.

–¿Si existe la pareja ideal quiere decir que los seres humanos somos perfectos por naturaleza?

–En muchas revistas y libros se habla de la media naranja. Discrepo con eso porque si eres la mitad de algo es que tienes carencias, entonces una pareja serían dos personas que juntas se complementan los vacíos del otro. Eso es equivocado. Somos naranjas completas que necesitamos encontrar otra igual de entera con la que compartir un proyecto en común. Y la pareja ideal existe pero no es el príncipe azul o la princesa del cuento, es aquella persona que conocemos e independientemente de su físico y su inteligencia se complementa con nuestra forma de pensar, de vivir, tus gustos, tus hábitos, tus costumbres, con la que reírte y pasarlo bien como si tuvieras 15 años aunque tengas 50.

–Creyendo tanto en el amor, ¿cómo explica que haya más divorcios?

–Antes la gente se casaba y era para toda la vida, fuera mal o bien. La mujer tenía asumido que era lo que tocaba y había separaciones pero no de oficio, cada uno hacía su vida pero el matrimonio quedaba unido. Mira, tengo una clienta de 63 años que enviudó y me dijo: «Quiero enamorarme, he estado 40 años casada, era otra época y había que casarse, pero ahora quiero encontrar el amor». Hoy la mujer ha salido al mundo laboral y social, y el papel de la pareja es compartido, así que escuchamos más la posibilidad de que la relación se rompa. Además, cuando un miembro de la pareja se queda estancado y el otro evoluciona, o los dos se dan cuenta de que ya no son las personas que eran, se divorcian.

–Y para recuperar la autoestima y volver a tener pareja usted enseña a potenciar el carisma, pero ¿cómo se puede aprender una cualidad tan innata?

–Yo misma era la persona más tímida del mundo y no levantaba la mano en el colegio para que no me sacaran a la pizarra. Me costaba horrores socializar. Hoy en día, no tengo problema para hablar en público. Primero hay que trabajar la confianza en ti mismo, y cuando la vas cogiendo generas atracción de cara a otras personas. Eso, unido a pautas de seducción y demás hace que desarrolles un carisma que no tienen otras personas. A veces digo que ojalá en los institutos se impartiera una materia sobre las relaciones que tendrás de adulto, los sentimientos, las emociones... Hay adolescentes que están muy desorientados porque piensan, «hoy me enrollo contigo y mañana con otra». Y llegan a los 20 y tienen una media de 7 u 8 relaciones íntimas y esporádicas y pueden llegar a estar quemado por eso.

–¿Qué papel juegan las redes sociales hoy en día a la hora de establecer una relación?

–Ayudan a una primera toma de contacto, y a suplir la falta de tiempo que tenemos porque trabajamos hasta el viernes por la noche y sólo nos queda una noche para salir. Así difícilmente vas a conseguir una pareja. Pero una cosa es conocer a alguien, tener una cita, y otra cosa es trabajar y mantener esa relación.