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La nueva ruta de la inmigración trae a 800 personas a España en un día

Descienden los desembarcos en Italia y Grecia, mientras que en nuestro país hay un repunte del 59%.

Imágenes de los inmigrantes resctados por Salvamento Marítimo. (Efe)
Imágenes de los inmigrantes resctados por Salvamento Marítimo. (Efe)larazon

Descienden los desembarcos en Italia y Grecia, mientras que en nuestro país hay un repunte del 59%.

- Hacía mucho tiempo que los guardacostas españoles no tenían tanto trabajo. Entre la madrugada y la mañana de ayer un total de 769 personas han arribado a Canarias y el sur de Andalucía a bordo de 25 embarcaciones, un desembarco que se produce solo una semana después de que el gobierno de Pedro Sánchez autorizase el atraque del «Aquarius» en el puerto de Valencia y tras la llegada de casi un millar de personas a las costas de Málaga y Granada. Las cifras indican, que después de años de relativa calma, la frontera sur de España vuelve a ser la principal entrada de inmigrantes ilegales a Europa.

La ruta migratoria del Mediterráneo Occidental, nombre con el que se conoce al flujo migratorio entre el Norte de África y España, ha registrado en los primeros cinco meses del año un aumento del 59%,en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos de Frontex. En total, entre enero y mayo, 8.200 migrantes en situación irregular utilizaron esta vía para llegar a Europa.

Hay varias causas que explican que España se haya convertido en la nueva ruta. La avalancha de de llegadas durante las primeras semanas del mes de junio está relacionada con el buen tiempo. Sin embargo, las condiciones climatológicas no son la única causa de que las costas españoles vuelvan a la primera línea de la inmigración. Según fuentes consultadas por este medio, el cierre de las rutas de Grecia y Turquía, así como el recrudecimiento de los conflictos en el mundo estarían detrás de la afluencia de inmigrantes ilegales a las costas españolas. Una tendencia que también confirman las estadísticas. En el Mediterráneo Central se produjo en el mayor descenso en los primeros meses del año al reducirse las llegadas a Italia en un 77% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta las 13.450 personas. Por otro lado, las llegadas por mar a Grecia también han continuado en descenso y han caido entre enero y junio un 40%, hasta las 19.800 personas. Todo ello, gracias a los polémicos controles acordados entre la Unión Europea y Turquía en 2016 para frenar la llegada de refugiados y, también, al memorándum que firmaron los gobiernos de Italia y Libia para atajar la afluencia de inmigrantes ilegales. Como consecuencia de estos cambios, España está sufriendo la mayor presión migratoria desde 2008, cuando llegaron 13.424 personas ilegalmente. Y como ya sucedió en otras ocasiones: el cierre de unas rutas implica la apertura o el retorno a otras. Es por ello, que España podría vivir otra crisis como de «los cayucos» de 2006, cuando entraron un total de 39.180 personas de manera ilegal, a través de las Islas Canarias, principalmente.

Otro de los motivos del aumento de llegadas está relacionada con el incremento de los conflictos en el mundo. Si hace unos años, gran parte de las personas huían de la guerra en Siria, ahora lo hacen de la conflictividad en zonas como el Rif, la sequía o la presión política en los países de África Subsahariana.

Además, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), se ha detectado un incremento de llegadas a las costas andaluzas de embarcaciones precarias o botes de hinchables, que demostarían la existencia de organizaciones paracriminales que están traficando con personas a cualquier precio. Solo ayer han arribado 25 pateras precarias a las costas.