Sanidad
Respaldo europeo a la gestión privada al servicio de la Sanidad pública
La Fundación Jiménez Díaz recibe el Reconocimiento Internacional de Excelencia «Cinco Estrellas»
Al igual que existen hoteles de dos, tres y hasta cinco estrellas, dependiendo de la calidad del servicio y de las instalaciones, los hospitales también se miden en estrellas y el único «de lujo» de su categoría reconocido en Europa es español, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz al que ayer le otorgaron el «Reconocimiento Internacional de Excelencia EFQM 5 Stars», que ha contemplado la buena gestión de todas las áreas del centro madrileño y que recogió el director del centro, Juan Ávaro de la Parra, junto al consejero madrileño, Javier Fernández-Lasquetty. Para obtener este galardón, no sólo se debe contar con un buen equipo médico y unas instalaciones punteras, sino que uno de los puntos fuertes es la percepción del paciente. En el caso de la Jiménez Díaz, desde 2010 es uno de los más valorados por los madrileños. «Nuestro centro cuenta con el número de reclamaciones más bajo de la comunidad», explica Javier Dodero, director médico de Continuidad Asistencial de la Fundación. El éxito de este modelo, que ha tardado alrededor de diez años en conseguir el nivel necesario para obtener la máxima calificación de calidad, revela la eficacia de la gestión privada de los centros sanitarios públicos madrileños, en un año en el que la Comunidad de Madrid ha tenido que pelear para demostrar la eficacia de este modelo público-privado. «Creo que es un debate estéril. He trabajado más de 30 años en la Sanidad Pública y conozco bien el sistema. Desde la Jiménez Díaz hemos demostrado que nuestro modelo funciona», afirma Dodero, al que también entristece que algunos profesionales de los centros públicos «arremetan contra sus compañeros que trabajan en los centros gestionados por empresas privados». Y es que el grupo IDCsalud no sólo cuenta con el hospital del barrio de Moncloa, también gestiona otros dos: el Infanta Elena de Valdemoro y el Rey Juan Carlos de Móstoles. Las encuestas de calidad asistencial que se realizan en todos ellos también revelan la satisfacción de sus pacientes. La búsqueda de la eficiencia tanto en España como en Europa ha sumido al sector en una profunda transformación que persigue racionalizar mejor los recursos con los que cuentan los estados, así como la asistencia que se da a los ciudadanos. Para poder ofrecer la mejor calidad sanitaria de los Veintiocho, «nos hemos puesto en el lugar del paciente: ¿cómo nos gustaría que nos trataran a nosotros?», se ha preguntado el equipo de la Jiménez Díaz. Así han conseguido que el pasado mes de julio los auditores que acudieron al centro se fueran satisfechos y convencidos de que la fórmula de este centro funciona. Tanto como para formar parte del «top ten» de los centros europeos con un nivel de calidad similar al de la Jiménez Díaz. Eso sí, «ninguno de ellos es del tamaño y de la complejidad» del hospital madrileño. Uno de los problemas que acarrea el sistema de salud público, y que en la mayoría de los casos es una de las causas del aumento de las listas de espera es la jornada laboral de sus trabajadores. Carecen de flexibilidad, una de las cualidades con las que cuenta el centro de IDCsalud: «Es un problema cultural que debemos atajar y que en nuestros centros ya hemos resuelto». Los hospitales de este grupo cuentan con un covenio laboral por el que «si es necesario operar los sábados o acudir a consulta por las tardes, se pueda hacer, pagando a los trabajadores por ello», afirma el doctor. «Es más – insiste–, la respuesta de los profesionales es excelente y el nivel de abandono es testimonial».
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