Opinión

Restaurantes chinos

No se trata de criminalizar a los restaurantes chinos, pero sí de multiplicar las inspecciones

Marta Robles. Premio de las Letras del Ateneo Mercantil de Valencia 2022
Marta RoblesATENEO MERCANTILATENEO MERCANTIL

Antes de que los restaurantes japoneses arrasaran entre nosotros y descubriéramos la calidad de una gastronomía única a la que, desde hace ya mucho, profesamos devoción, los chinos eran ese lugar donde, los jóvenes de hace unos cuantos años íbamos a comer de manera exótica y a buen precio. Porque, con la excepción de algún restaurante chino de lujo, los demás eran para la plebe de menor poder adquisitivo y en ellos se comía rico, distinto y barato. Desde entonces hasta ahora, donde en Madrid hay hasta una especie de Chinatown en Usera, ha pasado mucho tiempo y la sombra de la sospecha se cierne sobre estos establecimientos. El pasado enero, la policía, tras entrar en unos locales y encontrar suciedad, animales muertos, marisco ilegal y otras tantas “maravillas”, puso en marcha la llamada “operación Nemo” en la zona mencionada. Se inspeccionaron tanto almacenes como restaurantes, vehículos de transporte, supermercados y tiendas de comida y como resultado, se requisaron 374 productos alimenticios -entre ellos 100 kilos de pescados crustáceos de procedencia ilícita, como los cangrejos chinos, potenciales transmisores de enfermedades respiratorias-, además de 721 productos sanitarios y de limpieza corporal que no cumplían los estándares sanitarios. Si alguien pensaba que la actuación policial acabaría con este tipo de prácticas estaba equivocado. Hace unos días, en una inspección rutinaria los agentes volvieron a encontrar en la misma zona otro establecimiento si cabe en peores condiciones que los anteriormente revisados. Grasa, suciedad, moluscos sin tratar en plantas depuradoras, mariscos de contrabando, huevos en mal estado, basura sin tapa y, por si fuera poco, la salida de emergencia cerrada…No se trata de criminalizar a los restaurantes chinos, pero sí de multiplicar las inspecciones, habida cuenta de los precedentes y de que la salud está en juego.