Londres

Retira la custodia a unos padres por fumar delante de su hijo

Imagen de una campaña de salud pública estadounidense en la que una madre echa humo a su bebé
Imagen de una campaña de salud pública estadounidense en la que una madre echa humo a su bebélarazon

El menor había empezado a usar un inhalador por los problemas respiratorios causados por el humo

Un niño de dos años ha sido puesto bajo custodia de los servicios sociales después de que en su casa hubiera demasiado humo por los cigarrillos que fuman diariamente sus padres. Ahora el menor, que tiene dificultades para respirar, podría ser dado en adopción a otra familia. La noticia, publicada ayer por «The Times», ha causado gran polémica en Reino Unido. El rotativo recogía los detalles de un fallo de la corte de Hull, una localidad al norte de Inglaterra, donde la jueza Louise Pemberton ha determinado que el menor, cuya identidad no ha sido revelada, no puede seguir viviendo con sus progenitores.

Durante el juicio, el testimonio de la trabajadora social Julia Allen fue decisivo a la hora de dictar sentencia. «Cuando entré en el salón había una nube de humo alrededor del padre y del niño, que dormía en el sofá y que llevaba tiempo sin sentirse bien. Era muy difícil poder respirar allí. Le dije a los padres que pensaran en el impacto que su hábito estaba teniendo en el niño. El mes anterior le habían recetado el uso de un inhalador y obviamente tenía problemas para respirar», señaló. Aunque no hay una ley que prohíba fumar en casa con niños pequeños, los sanitarios han advertido del vínculo que existe entre la muerte súbita de cuna y el tabaquismo pasivo, que se ha comprobado daña los pulmones y las arterias de los menores.

La trabajadora social detectó también la presencia de «parafernalia para potencial uso de drogas», pero la causa primera por la que los padres han perdido la custodia de su hijo ha sido el humo del tabaco que inundaba la casa. Aunque la jueza admitió que los «problemas mentales» del padre había sido también un factor determinante, así como «las condiciones antihigiénicas» de la vivienda. Se trata de un caso sin precedentes en un país donde el número de menores bajo protección de los servicios sociales ha aumentado un 10% en siete años y asciende ya a 68.840.

Según la polémica sentencia, los padres no fueron capaces de «reconocer o apreciar la preocupación existente por la salud del niño, ni tampoco adaptar su conducta». La trabajadora social aseguró que nunca en sus diez años de experiencia laboral se había topado con un hogar tan irrespirable, hasta el punto que «todos los juguetes y la ropa del niño olían a humo». «Sus padres son simplemente incapaces de cubrir sus necesidades», determinó la jueza Pembleton. «He llegado a la difícil conclusión de que los riesgos son demasiado altos si el niño permanece en su casa. La adopción es realmente la única opción», añadió. El año pasado, la Cámara de los Comunes aprobó la prohibición de fumar en los vehículos que transporten a menores tras un polémico debate que duró meses en Westminster. Y es que varios diputados conservadores y liberal demócratas, incluido el por entonces viceprimer ministro Nick Clegg, consideraban que se trataba de una intromisión innecesaria en la vida privada y el paso previo para apagar el pitillo también en casa. Desde 2007, en Reino Unido está prohibido fumar en la oficinas y en lugares públicos cerrados.