Salud
Añadir nueces a la dieta mediterránea reduce un 49% el riesgo de ictus
Se trata de una de las principales conclusiones del Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea), uno de los mayores estudios clínicos de nutrición llevados a cabo en el mundo. Según los autores, estos resultados demuestran de manera convincente que una dieta alta en grasa vegetal es superior a una dieta baja en todo tipo de grasas para la prevención cardiovascular
El riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular) se reduce en un 30 por ciento, y específicamente, el riesgo de ictus o accidente vascular cerebral disminuye en un 49 por ciento cuando se sigue una dieta mediterránea suplementada con 30 gramos de frutos secos, la mitad de ellos nueces, en comparación con una dieta baja en grasa. Los resultados de esta investigación que corresponden al estudio Predimed aparecen publicados en la revista «New England Journal of Medicine».
Según el doctor Ramón Estruch, coordinador general del Predimed y miembro del Hospital Clínic, «esperamos que los resultados del estudio tengan un gran impacto global en la práctica clínica dirigida a la prevención de las enfermedades cardiovasculares», principal causa de muerte en España y en el mundo. En opinión del doctor Emilio Ros, coordinador de la intervención nutricional en el estudio y Jefe de la Unidad de Lípidos del Hospital Clínic, «los resultados son de gran trascendencia porque demuestran de modo convincente que una dieta alta en grasa vegetal es superior a una dieta baja en todo tipo de grasas para la prevención cardiovascular».
Predimed es uno de los mayores estudios clínicos de nutrición que se han hecho nunca en el mundo. Se inició en otoño de 2003 y finalizó en verano de 2011. El ensayo contó con una red de 11 centros reclutadores y 8 centros de laboratorio en diversas comunidades autónomas. Participaron 7.447 voluntarios, hombres y mujeres de 55 a 80 años de edad que tenían un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares pero no las habían tenido aún en el momento de entrar en el estudio. El riesgo cardiovascular de los participantes se debía a ser fumadores o tener diabetes, el colesterol alto, hipertensión o exceso de peso.
Aceite de oliva y frutos secos
Los participantes fueron asignados al azar a tres dietas. Dos de ellas eran dietas mediterráneas, ricas en grasa vegetal, una suplementada con aceite de oliva virgen extra y otra con frutos secos. El tercer grupo fue asignado a la dieta convencional recomendada para la prevención cardiovascular, una dieta baja en todo tipo de grasas. Durante todo el estudio a los participantes asignados a cada uno de los dos grupos de dieta mediterránea se les entregaron gratuitamente aceite de oliva virgen extra (un litro por semana) o frutos secos (30 gramos al día, 15 gramos de nueces, 7,5 gramos de almendras y 7,5 gramos de avellanas). Junto a los beneficios de la dieta con nueces, el estudio mostró que la dieta suplementada con aceite de oliva virgen extra también reducía el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 30 por ciento.
Durante una media de 5 años, los participantes en el estudio fueron visitados cada 3 meses por un dietista y participaron en sesiones educativas en grupo, recibiendo descripciones detalladas de la dieta mediterránea o baja en grasa y de los alimentos que contienen, además de listas de compra, menús y recetas adaptadas al grupo de dieta que les correspondía y a la estación del año.
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