Medicina deportiva
«Aspiramos a ser un referente internacional en Medicina Deportiva»
Aunque se defina como una «optimista patológica», ¿es consciente de que en su universidad, como en todas, están formando profesionales sanitarios encaminados a una Sanidad convulsa y en bancarrota?
No corren tiempos fáciles, pero de aquí a doce años, cuando nuestros estudiantes salgan a la calle, resulta difícil hacer predicciones. Ni siquiera los colectivos profesionales tienen datos fiables sobre qué necesidades va a tener el sistema o cómo funcionará. Pero sí, somos conscientes de esos problemas e intento liderar la facultad formando profesionales como a mí me hubiera gustado que me formaran, es decir, en un entorno global. Tienen que estar preparardos para trabajar en cualquier país.
Hay quien piensa que el médico ha perdido esa formación humanística que tenía...
Impartimos asignaturas como Habilidades de la Comunicación y hacemos muchas simulaciones con actores para recrear situaciones reales que se encontrarán al acabar la carrera. También se potencia la educación interprofesional. El médico ya no es como el llanero solitario, resulta fundamental que sepa coordinarse con la enfermería, fisioterapeutas, psicólogos...
¿Cuál es su particular diagnóstico de la situación de la Sanidad española? ¿Cree que va a cambiar -a peor- la atención al paciente?
Soy una entusiasta del sistema público. España ha tenido, y tiene, uno de los mejores sistemas sanitarios del planeta. Con los mejores profesionales sanitarios, universalidad y equidad. Es cierto que esa equidad se está resintiendo en algunas comunidades autónomas y que existen bolsas de ineficiencia. Pero quiero pensar que vamos a ser capaces de llevar una gestión más eficaz para mantener lo importante, que es la atención al paciente y al ciudadano.
¿No lo ve tan negro para que se llegue a una diáspora de profesionales a otros países?
Desde la perspectiva de nuestra universidad, donde más del quince por ciento de los estudiantes son internacionales, muchos, lógicamente, se irán de España. Pero no es ningún drama la globalidad y vivir en un mundo plural. A lo largo de mi carrera profesional el trabajo en otros países ha sido enriquecedor. No creo que en el área de medicina la situación sea tan drámatica como se está hablando.
Pero los médicos europeos, por ejemplo, con un buen salario, no trabajarían en España por un sueldo menor, y los que llegan son facultativos de terceros países cuya formación podría ponerse en duda en algunos casos, ¿no es así?
Eso es cierto, pero siempre he pensado que los verdaderos númerus clausus están en el sistema MIR y que nosotros formamos a excelentes especialistas de otra manera, pero ése es el sistema abierto que tenemos en Europa. Sobre esos profesionales que vienen a España que usted comenta, es el Ministerio de Sanidad el que está homologando esos títulos y, por otra parte, los profesionales españoles son muy demandados en el extranjero.
Estos días se habla de «privatizar» los hospitales, por ejemplo en Madrid, pero la gente no siempre sabe que se trata más bien de un modelo mixto, de titularidad pública y gestión privada. ¿Pueden suponer un ahorro y mejorar la gestión o amenazan la atención sanitaria?
De ese llamado Modelo Alzira se han visto algunos éxitos en la gestión y está siendo exportado a otros países, pero yo insisto en que lo que me convence del sistema sanitario español es la equidad y atención universal que hay que garantizar como sea. No obstante, que quien lo gestione sea una empresa llamada Estado, una empresa que se llame comunidad autónoma o una compañía que se llame de cualquier otra forma es indiferente si se hace bien.
¿Y la investigación? ¿Qué pasa con esos centros y personas que investigan lo que sea sólo por conseguir una subvención?
Hay que profesionalizar la investigación, ésta tiene que llevarnos a unos hitos y a unos resultados. No se puede estar diez años investigando lo que sea sin resultados. Nosotros nos centramos en investigación aplicada en diferentes líneas y creemos en ese trío formado por una Universidad como marco académico con recursos; los profesionales, colegios o asociaciones científicas, por otra parte, y la industria en el sentido de espónsor.
¿Cuáles son sus apuestas en este campo?
La fisiología del deporte es un área destacada de la universidad, con un gran profesional como es Alejandro Lucía. Aspiramos a ser un referente internacional en Medicina Deportiva.
¿Deberían los médicos pasar un examen para comprobar sus capacidades cada 10 años o así, una especie de ITV, como los coches?
No soy partidaria, debe haber formación continua. Es la propia responsabilidad del profesional no quedarse atrasado. Es más fácil en los hospitales universitarios, donde tienes que estar al día sí o sí.
¿Cómo influyen en las vocaciones las series de TV como «House» u «Hospital Central»?
Se tiende a idealizar. Influye casi más que tus padres u otros familiares cercanos se dediquen a la Medicina.
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