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La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas, premio Fundación BBVA Fronteras Conocimiento
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cooperación al Desarrollo ha sido concedido en su quinta edición a la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi por sus siglas en inglés) por "desarrollar y distribuir junto a sus colaboradores tratamientos nuevos y accesibles para enfermedades ligadas a la pobreza, incluidas el Chagas, la enfermedad del sueño, la malaria o la leishmaniasis, que afectan a las poblaciones más vulnerables del mundo", según el acta del jurado. Y añade que "DNDi representa un modelo institucional de buenas prácticas, que traslada la investigación científica a la cooperación al desarrollo mediante la gestión del conocimiento y la difusión de resultados para la poblaciones desfavorecidas que sufren las enfermedades olvidadas".
Al conocer la noticia del premio, el director de la DNDi, Bernard Pécoul, ha manifestado que se siente feliz "por la institución, pero también por los enfermos olvidados, que son los que están en el centro de la iniciativa. DNDi es la demostración de que se puede poner la mejor ciencia al servicio de las poblaciones más olvidadas". DNDi no sólo cubre el vacío en cuanto a investigación en enfermedades olvidadas y ligadas a la pobreza, sino que promueve la producción de los fármacos resultantes a costes asequibles y se asegura de su distribución entre quienes los necesitan.
"A pesar del progreso de la salud pública en el último siglo, todavía persisten diferencias significativas y muchas de las enfermedades que afectan a las poblaciones más pobres siguen olvidadas. La falta de incentivos para los mercados provoca que se dedique solo el 10 por ciento del gasto en investigación a enfermedades que representan el 90 por ciento de la carga en la salud mundial en cuanto a mortalidad prematura y discapacidad. Controlar y eliminar esas enfermedades es un componente vital en la estrategia para aliviar la pobreza", señala el acta.
Y ése es precisamente el objetivo de la organización ganadora, como explica su director, Bernard Pécoul: "Las enfermedades olvidadas afectan a mucha población, pero es gente que no tiene interés económico, no puede sostener un mercado, y por eso no hay inversión del sector privado. Son enfermedades que provocan la muerte o que gente joven que las padece no pueda trabajar. Es una carga para las familias, para los pueblos. El impacto económico es muy fuerte. Allí donde estas enfermedades tienen una alta prevalencia, el desarrollo económico se ve afectado muy negativamente".
Se estima que más de mil millones de personas -una de cada seis en el mundo- padece alguna de las 17 enfermedades tropicales consideradas olvidadas por la OMS, y de ellas 500 millones son niños. Estas enfermedades causan medio millón de muertes al año. Si a estos datos se añaden las de otras patologías ligadas a la pobreza como la malaria, la población afectada llega a los 3.000 millones de personas.
La organización premiada sigue el modelo de "Colaboraciones para el Desarrollo de Productos"(PDP por sus siglas en inglés), con una eficacia demostrada que destaca el acta de del jurado: "Ha trabajado con éxito con el mundo académico, la industria, las ONG y los gobiernos de todo el mundo, para desarrollar e implementar seis nuevos tratamientos contra la malaria, Chagas, enfermedad del sueño y leishmaniasis. Estas enfermedades afectan a 3.000 millones de personas. Algunos de sus nuevos fármacos se han aplicado en más de 30 países de África, Asia y Latinoamérica, y por poner un ejemplo, se han distribuido más de 150 millones de dosis de sus tratamientos contra la malaria".
Medicamentos para Enfermedades Olvidadas es una organización sin ánimo de lucro que nació en 2003 por la iniciativa conjunta de siete instituciones públicas y privadas: Médicos sin Fronteras, Consejo Indio de Investigación Médica, Instituto de Investigación Médica de Kenya, Ministerio de Salud de Malasia, Instituto Pasteur (Francia), la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Olvidadas de la Organización Mundial de la Salud.
Con un equipo de unas 120 personas repartidas en sus sedes de Suiza, Brasil, Congo, Kenia, India, Malasia, Estados Unidos y Japón, coordina una red de colaboradores que integra un total de 600 personas que trabajan en contacto con las instituciones públicas y privadas que se implican en cada proyecto concreto.
El objetivo de DNDi es descubrir y desarrollar nuevos tratamientos para las "enfermedades olvidadas"y para otras ligadas a la pobreza, asegurándose además de que sean accesibles de forma equitativa para la población de los países más desfavorecidos. Dadas las condiciones de los destinatarios, el tratamiento ideal debe tener las propiedades de ser administrado oralmente, ser seguro, eficaz, de bajo costo y corta duración. "El diagnóstico debe ser sencillo y el hecho de que sea oral y de corta duración es para evitar que tengan que desplazarse horas o incluso días para recibir un tratamiento hospitalario", afirma Pécoul.
La estrategia de DNDi consiste en detectar la necesidad de un tratamiento e implicar tanto a instituciones públicas como privadas, incluidos laboratorios farmacéuticos, para desarrollarlo, producirlo y distribuirlo. Pécoul habla de la relación con la industria farmacéutica: "Hemos conseguido firmar contratos con muchos laboratorios incluso en niveles muy tempranos del desarrollo de fármacos, y puedo decir que hemos tenido bastante éxito en estas relaciones. Ellos saben que no van a hacer negocio, pero son proyectos que encuentran apoyo dentro de los propios equipos de la empresas y además se dan cuenta de que en estos países está el mercado del futuro".
Desde su creación, DNDi ha logrado seis nuevos tratamientos adaptando otros anteriormente existentes a las necesidades y condiciones de los países afectados. En concreto son dos tratamientos contra la malaria –ASAQ, en colaboración con Sanofi, fabricado en África y distribuido en 32 países; y ASMQ, basado en una tecnología transferida desde Brasil a la India-; uno contra la enfermedad del sueño –NECT, que ha sustituido a tratamientos anteriores más tóxicos y caros-; otros dos contra la leishmaniasis –que acortan la duración del tratamiento y se aplican en África del Este y Asia- y un sexto contra la enfermedad de Chagas, con una nueva dosificación específica para uso pediátrico que sustituye el uso de dosis de adultos fraccionadas con su correspondiente riesgo de error, y que ha sido desarrollada por un laboratorio público brasileño.
De sus éxitos, Pécoul destaca el tratamiento para la enfermedad del sueño: "Fue un gran cambio. Yo he trabajado más de 20 años con MSF y era difícil entrar en un hospital sabiendo que al usar medicinas derivadas del arsénico, un 5% de los pacientes iban a morir por la toxicidad del tratamiento. Pero no teníamos otra solución porque la enfermedad del sueño mataba al 100 por cien".
El jurado ha destacado que labor de DNDi abarca el diseño, la evaluación, el registro, la producción y la implementación de los fármacos. Y todo ello bajo los más estrictos estándares de calidad y seguridad e intentando siempre llevar la investigación y producción a los propios países afectados y trabajar con las instituciones y organizaciones tanto públicas como privadas que trabajan sobre el terreno para implementar los resultados.
Pécoul ha señalado un cambio en la dirección de la investigación: "Antes procedía del norte y se dirigía a ayudar al sur. En nuestro modelo hay ese tipo de colaboración, pero también la interacción entre países del sur que se ayudan mutuamente y en el futuro podemos llegar a un nuevo enfoque en el que, por ejemplo, la solución para el problema de Chagas que tienen en España llegue desde Brasil o Argentina".
Actualmente el DNDi está promoviendo investigación para tratar otras dos enfermedades: la filariasis y el VIH pediátrico. Tiene en marcha un total de 30 proyectos en diferentes etapas del proceso y 11 de ellos son candidatos a generar nuevos fármacos.
"Estamos trabajando en un tratamiento oral de una semana para la enfermedad del sueño, pero parece que puede ser eficaz también para leishmaniasis y Chagas. Si hay éxito, podríamos tener un tratamiento único para tres enfermedades ligadas a la pobreza con un precio mucho más bajo que los que tenemos ahora mismo", ha comentado.
La financiación de DNDi procede a partes iguales de la iniciativa pública -gobiernos e instituciones- y de la privada –fundaciones, ONG y otras entidades-. "La situación actual de Europa es preocupante. Por eso intentamos diversificar, para que cuando un gobierno no pueda ayudarnos, podamos seguir con otras fuentes de apoyo y, así, mantener nuestra actividad".
Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento
La Fundación BBVA centra su actividad en generar y difundir a la sociedad el conocimiento científico y la cultura con programas recurrentes en las áreas de las ciencias básicas, la biomedicina, la ecología y biología de la conservación, las ciencias sociales, la creación literaria, la música y las artes plásticas.
En 2008 la Fundación BBVA creó los premios Fronteras del Conocimiento para reconocer a los autores de avances radicales y particularmente significativos en un amplio abanico de áreas científicas y tecnológicas características de nuestro tiempo. Es una familia de premios expresión del mapa del conocimiento y los grandes retos del siglo XXI.
Las nominaciones por parte de las principales universidades, centros de investigación y culturales a escala mundial, la independencia y objetividad de los jurados, integrados por especialistas de primer orden en sus respectivos campos, y la excelencia de los premiados en las ediciones celebradas, han convertido estos galardones, creados y organizados desde España, en una de las más prestigiosas familias de premios a escala internacional. La Fundación BBVA cuenta en esta iniciativa con la colaboración de la principal entidad pública de investigación multidisciplinar española, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y con la participación de investigadores y creadores españoles que forman parte de los jurados internacionales.
El CSIC colabora en la designación de Comisiones Técnicas de Evaluación para cada una de las categorías, formada por destacados expertos en el área correspondiente que, tras valorar las candidaturas, elevan al jurado una propuesta razonada de finalistas.
En la categoría de Cooperación al Desarrollo la comisión evaluadora ha estado formada por Cristina de la Puente, investigadora científica del Centro de Humanidades y Ciencias Sociales (CCHS, CSIC), y coordinadora del área de Humanidades y Ciencias Sociales del CSIC; Javier Rojo, investigador científico del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM, CSIC); Xavier Querol, profesor de investigación del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC); Dolores Gonzalez-Pacanowska, profesora de investigación del IPBLN-CSIC y Pedro Serena, profesor de investigación del IMM-CSIC
Los premios Fronteras han proyectado internacionalmente los mejores atributos de España y su comunidad científica y han logrado el aval de la comunidad científica mundial que participa tanto en los jurados como en el proceso de nominación, estando representadas las más destacadas instituciones académicas y de investigación españolas e internacionales.
En su quinta edición, los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento quieren simbolizar el compromiso y el reconocimiento a quienes hacen posible un futuro mejor para las personas a través del avance del conocimiento, la innovación y la cultura y su difusión a la sociedad, un elemento central de la cultura del Grupo BBVA.
En un contexto económico marcado por una crisis prolongada y por respuestas inmediatas a algunas de sus causas y manifestaciones, la ciencia, el medio ambiente y la cultura han perdido posiciones en la agenda de prioridades públicas. Los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento y el conjunto del programa de la Fundación BBVA de fomento del conocimiento científico y la cultura quieren trasladar el mensaje de la trascendental relevancia de esos ámbitos para el bienestar colectivo y las oportunidades de las personas.
Las ocho categorías de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento responden al mapa del conocimiento en el inicio del siglo XXI y también a algunos de los retos centrales de este periodo a escala global, y que hasta su aparición no contaban con un reconocimiento específico de alto nivel, como es el caso de las dos categorías sobre medio ambiente (Ecología y Biología de la Conservación y Cambio Climático) y la de Cooperación al Desarrollo. Junto a ellas, los premios Fronteras recogen otras categorías clásicas: Ciencias Básicas, Biomedicina y Economía, Finanzas y Gestión de Empresas. La familia de galardones se completa con la Música Contemporánea, una de las señas de identidad de la innovación cultural, a la que la Fundación BBVA dedica un amplio programa de apoyo y que cuenta con una amplia y excelente comunidad de creadores, directores e intérpretes en España.
Jurado internacional
El jurado de esta categoría está presidido por Pedro Alonso, director del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) CRESIB del Hospital Clinic-Universitat de Barcelona y cuenta como secretario con José García Montalvo, vicerrector de Política Científica de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. El resto de los miembros son Maricela Daniel, representante de la Delegación en España del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Vicente Larraga, profesor de investigación del Centro de Investigaciones Biológicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Francisco Pérez, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València y director de Investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
El año pasado, el galardón recayó en Ciro de Quadros por "liderar la eliminación de la polio y el sarampión de América y por ser uno de los científicos más importantes en la erradicación de la viruela en todo el mundo", según el acta del jurado. En la tercera edición, el galardón recayó en el International Rice Research Institute (IRRI) (Filipinas), por su contribución a la "reducción de la pobreza y el hambre en el mundo a través de la investigación sobre el arroz y la capacitación de sus agricultores". En la segunda edición, el ganador fue el Instituto de Investigación del Desarrollo (DRI), de la Universidad de Nueva York (EE.UU.), por "su contribución al análisis de la aportación extranjera en la ayuda humanitaria". Con anterioridad, en la edición inaugural de estos galardones, resultó premiado el Laboratorio de Acción contra la Pobreza del Massachusetts Institute of Technology (MIT) (EE.UU.), por "promover la utilización de métodos científicos para evaluar la eficacia en el empleo de los fondos destinados a la ayuda al desarrollo".
Galardonados en las ocho categorías
Los otros galardonados en la quinta edición de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento han sido:
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático ha sido concedido a la estadounidense Susan Solomon por ayudar a comprender cómo la actividad humana afecta a la composición de la atmósfera, y cómo estos cambios repercuten a su vez en el clima y por "haber contribuido, a través de sus investigaciones y su liderazgo, a salvaguardar nuestro planeta", según el acta del jurado. "Sus primeras investigaciones fueron fundamentales para entender la composición química de la atmósfera y contribuyeron a reforzar el Protocolo de Montreal, cuyo objetivo era frenar el uso de gases que destruían la capa de ozono". En los últimos años, añade el acta, "sus contribuciones y su liderazgo en el IPCC y otros foros son un ejemplo del uso de la ciencia para el bien común".
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha sido concedido al ingeniero electrónico estadounidense Lotfi A. Zadeh, "por la invención y el desarrollo de la lógica difusa". Esta contribución "revolucionaria", afirma el acta, ha hecho posible que las máquinas trabajen con conceptos imprecisos, como hacen los humanos, y logren resultados más eficientes y adecuados a la realidad. En los últimos 50 años, esta metodología ha generado más de 50.000 patentes sólo en Japón y Estados Unidos.
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ciencias Básicas ha sido concedido a los matemáticos Ingrid Daubechies y David Mumford por "sus trabajos en teoría matemática, que han tenido una gran influencia en campos variados de aplicación, desde la compresión de datos hasta el reconocimiento de patrones", según el acta del jurado. A ambos les une que desde la matemática pura y con enfoques multidisciplinares han buscado y formulado respuestas a problemas complejos y variados, evidenciando el poder transformador de las ciencias básicas.
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Biomedicina ha sido concedido al químico Douglas Coleman y al médico Jeffrey Friedman por "revelar la existencia de los genes involucrados en la regulación del apetito y del peso corporal, un descubrimiento fundamental para entender patologías como la obesidad", según el acta del jurado. Los trabajos de los premiados, según el jurado, no sólo han abierto nuevas vías de investigación sobre las bases biológicas de la obesidad, sino que han provocado un importante cambio de paradigma en la sociedad: demuestran que la obesidad no se debe "a un comportamiento inadecuado, sino que es la consecuencia de un desequilibrio en un proceso regulado hormonalmente", señala el acta.
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación ha sido concedido a la ecóloga marina estadounidense Jane Lubchenco por su trabajo experimental, que ha llevado a la comprensión de los ecosistemas marinos costeros y ha sentado las bases científicas para el diseño de reservas marinas. Lubchenco, según el acta del jurado,"ha liderado el diseño de reservas marinas a partir de principios fundamentales en la ciencia ecológica. Su contribución estableció un marco científico para definir los lugares idóneos, tamaño y cobertura de las redes de reservas marinas, que incorpora su experiencia aplicando principios científicos a las políticas públicas".
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Música Contemporánea al compositor francés Pierre Boulez, según el acta del jurado, por "ser no solo un compositor de primer nivel que mira con determinación hacia el futuro, sino también una personalidad comprometida en todos los aspectos de la reflexión y la transmisión de la música". Y añade: "El conjunto de sus actividades revela su agudo sentido de la responsabilidad intelectual y social como artista en la época moderna".
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas ha sido concedido al matemático estadounidense Paul Milgrom "por sus contribuciones pioneras en una inusualmente amplia variedad de campos de la economía, como las subastas, el diseño del mercado, los contratos e incentivos, la economía industrial, la economía de las organizaciones, las finanzas y la teoría de juegos"según el acta del jurado. A ello ha unido una faceta empresarial, que le ha servido para aplicar sus teorías a través del asesoramiento a gobiernos y empresas. "Su contribución sobre la teoría de la subasta es la más conocida. En ésta, ha analizado temas de diseño, licitación y resultados de las subastas con diferentes mecanismos. El profesor Milgrom ha diseñado mecanismos para subastas de productos o servicios complementarios, prestando especial atención a las aplicaciones prácticas, como en el caso de las subastas del radio espectro".
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