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Santiago de Compostela

La Sanidad gallega deberá indemnizar con 6.000 a la familia de un paciente que murió de un ictus diagnosticado tarde

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Santiago de Compostela ha condenado al Servicio Gallego de Salud (Sergas) a indemnizar con 6.000 euros a los familiares de una paciente de 70 años del Hospital Xeral de Vigo a la que diagnosticó tarde un ictus y acabó falleciendo. El Defensor del Paciente detalla en una nota que la mujer fue ingresada en el área de Cardiología sin que le realizaran "las debidas pruebas"pese a que los síntomas que presentaba -cefaleas, vómitos, febrícula, nerviosismo y dolor en el cuello- no concordaban con el síndrome coronario agudo del que fue diagnosticada.

Once días más tarde y ante la persistencia de los dolores de cabeza, los médicos decidieron que se valorara a la paciente en el área de Neurología. Al decimocuarto día de su ingreso y tras entrar en coma por un "grave deterioro"neurológico se le practicó un TAC donde se le detectó una hemorragia cerebral que días más tarde causó su muerte, precisa el Defensor del Paciente en su nota. La sentencia judicial recalca que a la paciente se le debió practicar un TAC con anterioridad y que dicha prueba habría demostrado la existencia de una lesión cerebral que, con el debido tratamiento, podría haber evitado su fallecimiento.

El abogado de la familia, Cipriano Castreje, ha manifestado que si bien la indemnización refleja que las posibilidades de mejoría "hubiesen sido igualmente escasas", resulta "evidente"que la paciente fue tratada "de una enfermedad que no tenía". El Defensor del Paciente incide en que del informe forense se desprende que el retraso administrativo en la práctica de la prueba por neurología fue "más que evidente", puesto que la paciente "no fue consultada nunca"por un especialista de esa rama.