Bruselas

Los recortes exigidos por la troika provocan una alarma sanitaria en Grecia

Un equipo de expertos critica que los recortes impuestos a la Sanidad griega están provocando gravísimos problemas de salud entre la población

Imagen de un encierro en un hospital griego para protestar contra los recortes en Sanidad
Imagen de un encierro en un hospital griego para protestar contra los recortes en Sanidadlarazon

Un equipo de expertos critica que los recortes impuestos a la Sanidad griega están provocando gravísimos problemas de salud entre la población.

«La administración pública griega usa cuchillos de carnicero», dijo en 2011 el por entonces ministro de Sanidad de Grecia, Andreas Loverdos, en referencia a los salvajes recortes de gasto que estaba aprobando su Gobierno por indicación de la troika. Y fue en su cartera -por la que han pasado cuatro ministros en algo más de un año- donde estos carniceros del Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea cortaron con más fuerza. Unas cuchilladas que han dejado a la población griega en una terrible situación de desamparo sanitario, disparándose las cifras de ancianos y niños desatendidos, con los problemas mentales de la población multiplicándose, las cifras de suicidios en escalada y problemas para el abastecimiento de medicamentos y el acceso a la atención médica.

Y lo que es peor: las autoridades locales y las que verdaderamente mandan, desde Fráncfort, Bruselas y Washington, niegan la realidad de lo que está ocurriendo, según denuncia en la revistaThe Lancet un grupo de expertos que han recogido toda la literatura científica que demuestra el formidable daño que las exigencias de la troika está procurándole a los griegos. «El costo del ajuste lo está soportando principalmente la gente común. Están sujetos a uno de los programas más radicales de reducción del Estado de bienestar de los últimos tiempos, que está afectando a la salud de la población», critican.

Tanto es así que mientras se aprobaba la publicación de este artículo en The Lancet Atenas aprobó otro nuevo machetazo para la salud de los griegos, privatizando la atención primaria. El Organismo Nacional de Atención Médica pasa de ser un organismo prestador de servicios médicos a un simple contratista que tendrá que comprar estos servicios a empresas privadas y despedir a 6.000 médicos.

Los niños griegos son uno de los colectivos más vulnerables: un informe de 2012 de la ONU destacó que «el derecho a la salud y acceso a servicios de salud no está siendo respetado para todos los niños [en Grecia]» . Una decisión política que provoca un dato espeluznante: la mortalidad infantil aumentó un 43% entre 2008 y 2010. Los últimos datos disponibles muestran que creció un 19% el número de bebés nacidos con bajo peso (por problemas de desarrollo intrauterino). Además, entre 2008 y 2011 aumentó un 21% el número de partos que daban a luz un bebé muerto, un dato que los Investigadores de la Escuela Nacional de Salud Pública griega atribuyen a las dificultades que las embarazadas encuentran para acceder a los servicios de salud prenatal.

«Las muertes neonatales sugieren que hay barreras en el acceso a la atención oportuna y eficaz durante el embarazo y los primeros años de vida, mientras que las muertes post-neonatales apuntan a un empeoramiento de las circunstancias socioeconómicas. En resumen», critican los investigadores, «aunque se calcularon mal los efectos económicos negativos de la austeridad, los costos sociales fueron ignorados, con efectos nocivos sobre el pueblo de Grecia».

La troika ha exigido muchos tijeretazos en las políticas sociales en Grecia, lo que ha supuesto que sólo entre 2009 y 2011 el presupuesto de los hospitales públicos se redujera en un 26%. A partir de ahí han llegado la falta de recursos para atender debidamente a la población, el notable aumento de las listas de espera e incluso el desabastecimiento de medicamentos. La falta de materiales como esprays antimosquitos ha provocado que en algunas regiones resucite la malaria por primera vez en 40 años.

Menos de la mitad de gasto farmacéutico

Los hombres de negro exigieron que el gasto farmacéutico griego pasara de 4.370 millones de euros en 2010 a 2.880 en 2012 para quedarse en 2.000 millones en el presupuesto de este año. Esto ha provocado que muchas farmacias no puedan comprar medicinas, que los laboratorios se nieguen a distribuir sus productos y que algunos medicamentos sean inaccesibles. En la región de Acaya, por ejemplo, el 70% de los ciudadanos asegura no tener dinero para seguir el tratamiento que les recetan sus médicos, ya que en muchos casos tienen que adelantar el coste de la medicina. Estas circunstancias afectan seriamente a la población anciana, especialmente vulnerable a medidas implantadas en Grecia como el copago sanitario o la introducción del cobro de las llamadas telefónicas para pedir cita con los facultativos.

En el caso de grupos de riesgo, como drogadictos o vagabundos, es trágico: los contagios por VIH por uso de jeringuillas contaminadas pasaron de 15 en el año 2009 a 484 en 2012 y el de tuberculosis se ha doblado. Entre esas dos fechas, el Gobierno tumbó los programas que distribuían jeringuillas y condones entre estos grupos. Pero todo puede ser incluso peor: el actual ministro de Sanidad, Adonis Georgiadis, aprobó una ley que permite la realización de test médicos forzosos para dar con enfermedades contagiosas en prostitutas, drogodependientes e inmigrantes. La ONU ha reclamado que se cambie esa ley porque puede servir «para justificar acciones que violen los derechos humanos».

Los problemas de salud mental se disparan

También es especialmente grave el caso del tratamiento de la salud mental de los griegos, mucho más dañada por los efectos directos de la crisis. Los firmantes del estudio, de las universidades de Cambridge y Oxford y de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, lamentan que cuando más se debía proteger ese aspecto más se ha desatendido: mientras aumentaba un 120% el número de usuarios de este servicio, el tijeretazo del presupuesto en salud mental fue del 20% en 2011 y del 55% en 2012. Como consecuencia, la prevalencia de depresiones se multiplicó por 2,5 y los intentos de suicidio crecieron un 36%. Las muertes por suicidio entre 2007 y 2011 aumentaron un 45%.

A pesar de las evidencias, los expertos critican que «la respuesta predominante ha sido la negación de que existen dificultades graves, aunque esta respuesta no es aplicable sólo a Grecia, ya que el Gobierno español ha sido igualmente reacios a admitir el daño causado por sus políticas». Uno de los firmantes del trabajo es Martin McKee, que ya ha golpeado duramente al Gobierno español por los recortes sanitarios en otro artículo en The Lancet y que vinculó en la prestigiosa revista médica BMJ los recortes en sanidad y la crisis con el aumento de suicidios en España.

«Aunque el sistema de atención sanitaria griego tenía graves deficiencias antes de la crisis», reconocen los investigadores, «la escala y la velocidad del cambio impuesto han limitado la capacidad del sistema de salud pública para responder a las necesidades de la población en un momento de mayor demanda. El pueblo de Grecia se merece algo mejor».

Más información en Materia.