Enfermedades
Más de 2,5 millones de españoles sufren apnea del sueño
Más de 2,5 millones de personas en España sufren apnea del sueño, un trastorno respiratorio grave, que si no es tratado puede provocar mayores índices de mortalidad: los afectados son cuatro veces más propensos a sufrir accidentes laborales y de tráfico y ven reducida su calidad de vida.
Sin embargo, en la víspera del Día Mundial del Sueño, la clínica Newhite recuerda que sólo se ha diagnosticado y tratado al cinco por ciento de los casos.
El ronquido esconde con frecuencia la apnea del sueño, el trastorno nocturno más frecuente, con una prevalencia del 4-6 por ciento de la población adulta e incluso de hasta el 25 a partir de los 65 años.
Durante el sueño, los músculos encargados de mantener permeable la vía respiratoria sufren una relajación, el paso del aire a nivel de la faringe se ve dificultado y los tejidos blandos vibran hasta producir el ronquido.
Los enfermos de apena del sueño son 'grandes roncadores"y alternan ciclos de sonoros ronquidos con silencios de más de diez segundos de duración, que corresponden a las apneas.
Toda esta actividad nocturna pasa inadvertida para el propio paciente y es la persona que duerme a su lado quien debe alertar sobre este cuadro sintomático.
Estos episodios de asfixia provocan una caída del nivel de oxígeno en sangre y una fragmentación del patrón del sueño causada por los sucesivos 'microdespertares' inconscientes, que provocan un cansancio crónico durante el día.
Esta deficiencia de oxígeno, según la doctora Alba Araujo, genera una serie de consecuencias para la salud, como ansiedad, problemas de atención, cansancio generalizado, impotencia o depresión.
Además, aumenta el riesgo de padecer determinadas enfermedades como hipertensión, infarto, tromboembolismo o diabetes tipo II, según la doctora.
El perfil estándar de un paciente con síndrome de apnea del sueño es el de un hombre de mediana edad, entre 40 y 65 años, roncador habitual, con sobrepeso, hipertenso y que tiene somnolencia diurna.
Generalmente, también es un varón obeso, aunque esta característica no es excluyente y la patología se presenta también en mujeres, sobre todo postmenopáusicas y en varones jóvenes con o sin problemas de sobrepeso.
El alcohol y algunos fármacos como los ansiolíticos son factores que agravan este síndrome de apnea, así como el tabaco por su efecto irritante en la vía aérea superior.
La respiración nasal es la idónea y cualquier alteración que la imposibilite obliga al paciente a una respiración oral, que predispone al colapso.
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