Barcelona

Un estudio estrecha la relación entre cáncer y polución

La exposición a contaminación atmosféricas, especialmente a la de partículas en suspensión, aumenta el riesgo de cáncer de pulmón a largo plazo, incluso si la polución está por debajo de los límites máximos permitidos por la Unión Europea (UE).

Según un estudio europeo, que publica hoy la revista científica "The Lancet Oncology"y en el que ha participado el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona, la exposición prolongada a la contaminación por partículas aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, especialmente de adenocarcinoma.

El adenocarcinoma es el único de los cuatro principales subtipos histológicos de cáncer de pulmón que también se desarrolla en un número sustancial de no fumadores.

En esta investigación ha participado Mark Nieuwenhuijsen, investigador responsable del programa de Contaminación Atmosférica del CREAL, perteneciente a la alianza ISGlobal.

"En este punto, puede que se tenga que agregar la contaminación del aire, incluso a concentraciones actuales, a la lista de causas de cáncer de pulmón y reconocer que la contaminación atmosférica tiene efectos importantes en la salud pública", ha advertido Nieuwenhuijsen.

La investigación, que ha sido dirigida por Ole Raaschou-Nielsen, del Centro de Investigación de la Sociedad Danesa del Cáncer, ha evaluado el impacto de la exposición a largo plazo a los óxidos de nitrógeno y partículas, de diámetro inferior a 2,5 micras (PM2.5) y 10 micras (PM10), relacionadas con el riesgo de cáncer de pulmón.

Las fuentes de contaminación atmosférica por material particulado incluyen el tráfico, la industria y la calefacción doméstica.

Los investigadores han analizado 17 estudios de cohortes de nueve países europeos, con casi 313.000 personas.

La concentración de la contaminación del aire se calculó en domicilios mediante modelos de regresión de uso del suelo y se realizó un seguimiento de los participantes diagnosticados con cáncer de pulmón en los registros nacionales y locales de cáncer.

Los investigadores aplicaron modelos estadísticos para separar la influencia de los contaminantes del aire de otros factores como el tabaquismo, la dieta, y el tipo de trabajo.

Un total de 2.095 de los participantes del estudio desarrollaron cáncer de pulmón durante los 13 años de seguimiento.

El análisis encontró que por cada aumento de 5 microgramos por metro cúbico de contaminación de PM2.5, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta un 18%, y por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico en la contaminación por PM10 el riesgo aumenta en 22%, con efectos más fuertes en los adenocarcinomas.

No se observó ninguna asociación entre el cáncer de pulmón y la concentración de óxidos de nitrógeno.

Según Nieuwenhuijsen, "la asociación entre la contaminación por partículas del aire y el riesgo de cáncer de pulmón persiste también en concentraciones por debajo de los valores límite de calidad del aire de PM10 (40g/m3) y PM2.5 (25g/m3) de la Unión Europea. No hemos encontramos un umbral por debajo del cual no hay riesgo".