San Fermín 2023: por qué se viste de rojo y blanco

Pamplona ha celebrado los Sanfermines desde aproximadamente el siglo XIII. Aunque desde los años 50 del siglo pasado, la celebración ha ido perdiendo rápidamente su cariz religioso para convertirse en un evento casi puramente secular. Aunque todavía se conservan muchas referencias… como el mismo nombre de la festividad, por ejemplo.

¿Por qué se llaman “Sanfermines”?

La fiesta se celebra en honor a San Fermín de Amiens, primer obispo de la ciudad francesa de Amiens. Según la leyenda popular, San Fermín nació en el siglo III en Pompaelo (nombre que recibió Pamplona durante la época romana). Cuando era todavía muy joven, conoció a San Saturnino, un predicador cristiano quien se cree que había llegado a la ciudad después de haber escapado milagrosamente de una prisión en la ciudad amurallada de Carcasona, en el territorio romano que hoy ocuparía Francia.

Sus historias y enseñanzas conmovieron a los padres del joven San Fermín y lo mandaron bautizar en plena cristianización de la Península Ibérica. El lugar donde tuvo lugar el bautizo es hoy es un lugar muy popular. Es el conocido “Pocico de San Cernín” (nombre de Saturnino). A partir de este momento, San Fermín fue educado en las enseñanzas de la fe por San Honesto, otro santo que había llegado a la Península para continuar con la inmensa labor de evangelización.

Cuando tenía 18 años, viajó a Toulouse, donde fue ordenado. Era un hombre lúcido y capaz. Hasta el punto de que sólo necesito 4 años de sacerdocio para ser nombrado obispo de Amiens. La oposición de las autoridades del momento (que respondían ante el emperador Diocleciano) a la doctrina cristina le granjeó muchas enemistades. Hasta el punto de costarle la vida.

Después de ser degollado, la cabeza del mártir fue recogida por los fieles. En el año 1186, Pedro de París (otro eclesiástico navarro que más tarde se convertiría en Obispo de Pamplona), la llevó de nuevo a su Pamplona natal. Y desde aquel momento, San Fermín de Amiens es copatrón de toda Navarra, compartiendo este título con San Francisco Javier.

En un primer momento, el santoral católico emplazó la celebración en recuerdo del santo el 10 de octubre (y era entonces cuando se celebraba en Pamplona). Sin embargo, en el año 1951 se trasladó la efeméride al 7 de julio para hacerla coincidir con la feria de ganado de la ciudad y para poder disfrutar de un clima más adecuado para las festividades. De ahí que esta celebración popular sea conocida como “Las Fiestas de San Fermín”.

¿Por qué de blanco y rojo?

Los colores de la vestimenta típica de los Sanfermines son en el blanco y el rojo. La camiseta y el pantalón serán inoportunamente blancos, y el pañuelico y la faja serán de color rojo. Tal y como explica el portal web del Ayuntamiento de Pamplona, el elemento más importante de todo el atuendo es el pañuelico que, según dicta la tradición, debe ser anudado al cuello nada más lanzarse el chupinazo y debe desanudarse cuando suena la canción “Pobre de mí”, que es el acto que pone fin a las fiestas.

Además de todo lo anterior, también es tradicional el uso de alpargatas con suela de cáñamo de tela lisa en blanco, atravesadas en cruz por una cinta roja (aunque no es lo más responsable utilizar este calzado para correr el encierro). En cuanto a su origen, la verdad es que no se sabe a ciencia cierta. Lo que sí que se sabe es que quienes popularizaron está vestimenta tradicional fueron los miembros de la extinta Peña “La Veleta”, que lo utilizaron como una forma de distinguirse de los demás grupos.