«Se me pasaba por la cabeza hacerle cosas a los críos»

Gracias a la pista facilitada por un ciudadano de Navarra que puso en conocimiento de la Guardia Civil la existencia de un vídeo con contenido pedófilo, el Instituto Armado puso en marcha la operación «Canterbury», que ha permitido la detención de 17 personas, así como la imputación de otras 12 por intercambiar y distribuir imágenes y vídeos de pornografía infantil a través de internet. Fruto de las investigaciones llevadas a cabo, se han intervenido más de 20.000 archivos entre imágenes y vídeos de adultos forzando a niños muy pequeños: «Bebés de sólo meses y de hasta cinco años», explicaron a LA RAZÓN fuentes de la Guardia Civil. Una franja de edad que sorprendió a los agentes, ya que en este tipo de casos, lo habitual es que las víctimas tengan entre cinco y nueve años.

La distribución de los vídeos y las fotos era dirigida por dos sujetos, considerados los cabecillas de la trama, y que han ingresado en prisión sin fianza, dada la cantidad de archivos que poseían y la dureza de los vídeos. Se trata de M. A. M. A. de 34 años y de Torrejón de Ardoz (Madrid) y de M. R. R., ciudadano de 49 años de Archena (Murcia), tal y como pudo saber este periódico.

La operación ha permitido evitar que uno de ellos llevase a cabo sus perversiones: «Uno de los cabecillas reconoció a los agentes en el momento de su detención que tenía un problema y que se la había pasado por la cabeza hacer algo a algún crío», añadieron fuentes de la Guardia Civil.

Pedófilos de entre 30 y 76 años

El perfil de los detenidos es muy diverso. Hay sujetos de entre 30 y 76 años, y de todo el abanico de profesiones posibles, ninguna de ellas relacionada con niños, como profesor o entrenador, tal y como aseguraron desde la Guardia Civil, que añadieron que entre los detenidos hay un par de ingenieros informáticos y que algunos de ellos vivían con sus padres y, en otros casos, vivían a costa de sus progenitores al no conocérseles trabajo alguno.

Tanto a los cabecillas de la trama como al resto de detenidos se les imputa un delito de corrupción de menores. Al menos por el momento, ya que la investigación continúa abierta con el fin de averiguar si además de tenencia ilícita de vídeos e imágenes, los producían. También están comprobando si entre las víctimas de estos archivos pudiera haber niños españoles. La operación ha sido llevada a cabo por componentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Navarra, con la participación de más de 100 agentes de otras unidades de la Guardia Civil.

Dos jefes y un reincidente

Ambos cabecillas no tienen cargos previos, pero entre los 17 detenidos, «hay un sujeto que fue detenido en otra ocasión por hechos similares», tal y como aseguraron fuentes de la investigación. Una operación que ha sido posible gracias a la colaboración de la cátedra «Amaranto» de la Universidad de Alcalá, que ha desarrollado un buscador en redes para la Guardia Civil.