Productos de Mercadona
El secreto de Mercadona para hacer felices a niños y adultos: un capricho baratísimo que une a toda la familia
Huevos fritos, ositos de goma, fresas… El popular surtido de golosinas de Hacendado se ha convertido en un fenómeno por su irresistible combinación de variedad, nostalgia y un precio apto para todos los bolsillos
Pocas veces un producto tan sencillo logra colarse en la cesta de la compra de miles de españoles sin necesidad de grandes campañas publicitarias. Este es el caso del "Mix de golosinas Hacendado", un surtido que se ha convertido en un auténtico fenómeno de ventas en los lineales de Mercadona. Su propuesta es simple: una bolsa de 300 gramos que apela directamente a los recuerdos y al bolsillo del consumidor. Esta capacidad para crear superventas en la sección de dulces no es nueva, como demuestra también el éxito de su nuevo chocolate con pistacho que ha cautivado a miles de clientes.
De hecho, su principal baza no es la innovación, sino la capacidad de pulsar un resorte tan potente como la nostalgia. El consumo de estas chucherías funciona para muchos adultos como un viaje directo a la infancia, evocando sensaciones ligadas a los quioscos de barrio, los cumpleaños o los recreos del colegio. Se trata de una estrategia que se apoya en la memoria afectiva para destacar en un mercado extraordinariamente competitivo.
En este sentido, el contenido del paquete es una declaración de intenciones. La bolsa reúne una cuidada selección de clásicos que forman parte del imaginario colectivo, desde los icónicos huevos fritos y las fresas de gominola hasta los tradicionales ositos de goma. Ofrecer esta mezcla heterogénea es un acierto que evita al cliente tener que elegir y le proporciona una solución para todos los gustos en un único formato.
El precio y el formato, los otros pilares del éxito
Por otro lado, el factor económico resulta determinante para entender su popularidad. Con un precio de tan solo 1,60 euros, el surtido ofrece una excelente relación cantidad-precio que lo convierte en una compra impulsiva y asequible para cualquier economía familiar. Este coste tan ajustado lo posiciona con una ventaja considerable frente a otras alternativas del mercado. De hecho, esta fórmula de precios competitivos se replica en otras novedades que apelan a un público joven, como los productos de inspiración americana que se han popularizado rápidamente en redes sociales.
Asimismo, el propio envase está diseñado para incentivar que se comparta. El tamaño del paquete es lo suficientemente generoso como para ser el complemento perfecto en reuniones de amigos, tardes de cine en casa o celebraciones familiares. Es, en esencia, un producto pensado para un consumo social, lo que multiplica su alcance y refuerza su buena acogida entre un público de todas las edades.
En definitiva, el éxito de este mix de golosinas demuestra cómo se puede triunfar apelando a lo básico. La combinación de memoria emocional, un precio imbatible y un diseño orientado a ser compartido conforma una fórmula sencilla y eficaz que ha calado hondo entre los consumidores de todo el país.