El secreto de nuestras abuelas para combatir las manchas más difíciles también se puede hacer con la lavadora

Las lavadoras modernas están equipadas con una variedad de programas diseñados específicamente para eliminar diferentes tipos de manchas en la ropa. Sin embargo, hay ocasiones en las que algunas manchas resultan especialmente difíciles de quitar, incluso con estos programas especializados. En estos casos, podrías sentirte tentado a usar productos de limpieza más fuertes, pero hay que tener en cuenta que estos pueden ser bastante agresivos y pueden dañar los tejidos.

Otra alternativa, mucho más eficaz, pero también mucho más trabajosa, es la que nos enseñaron nuestras abuelas y que consiste en frotar la mancha rebelde, luego limpiarla y, finalmente, dejarla en remojo durante unos minutos. Poner la ropa a remojo antes de lavarla puede contribuir al ablandamiento de la mancha porque, de esta forma, el agua penetra en las fibras de la tela, ablandando las manchas que se han adherido, lo que facilita que el proceso posterior de lavado elimine la mancha de manera más efectiva.

La misma técnica está en las lavadoras

Aunque la mayoría estamos familiarizados con este proceso tradicional, son muchos menos los que saben que en las lavadoras modernas existe una función que replica este proceso y a la que suelen referirse como “prelavado”. Al igual que ocurre con el proceso manual, cuando metemos la ropa sucia en un ciclo de lavadora que incluye prelavado, la máquina llenará la cuba con agua y jabón y dejará que la ropa se remoje durante unos minutos antes de comenzar el ciclo de lavado principal. Esto permite que el jabón y el agua trabajen juntos para ablandar y descomponer las manchas antes de que comience el lavado principal.

Este es el motivo por el que en casi todas las lavadoras que podemos encontrar en el mercado encontramos tres compartimentos, que se utilizan para diferentes etapas del ciclo de lavado y para diferentes productos de limpieza. Así, el compartimento de lavado principal es el más grande y se identifica con el número 2 o II. Luego está el compartimento de suavizante, que se identifica normalmente con un asterisco, una flor o la letra 'S'. Por último, tenemos el compartimento de prelavado, que es el que se identifica con el número 1 o I.

Es conveniente saber que existen jabones diseñados específicamente para cada parte del proceso y que pueden encontrarse fácilmente en los estantes de los supermercados. Para el prelavado, se suele utilizar un detergente diferente al del lavado principal, que suele ser de color azul. Es cierto que no es absolutamente necesario para el proceso, pero puede resultar bastante eficaz a la hora de eliminar las manchas más difíciles.