
Sanidad
Médicos y farmacéuticos reaccionan a la aprobación del Anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios
Semergen rechaza cualquier medida que otorgue a otros profesionales la potestad de prescribir medicamentos y los farmacéuticos no quieren que se amplie su rol "por un mero motivo económico"

Ante la aprobación del Anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) ha manifestado su opinión sobre los aspectos que afectan a la profesión médica. En primer lugar, rechaza cualquier medida que otorgue a otros profesionales, como enfermeros o fisioterapeutas, la potestad de prescribir medicamentos por considerar que puede comprometer la seguridad del paciente y desdibujar el actual modelo asistencial.
También recuerda que tanto el diagnóstico clínico como la prescripción de medicamentos son actos exclusivos de la profesión médica, compartidos únicamente con podólogos y odontólogos en el marco de sus competencias profesionales. La sociedad destaca que la prescripción farmacológica es un acto que necesariamente debe estar precedido por una evaluación y diagnóstico clínico, que requiere una formación médica especializada. Por ello, "cualquier intento de disociar la prescripción del diagnóstico, podría suponer un riesgo para la seguridad del paciente".
Desde Semergen subrayan que, en cualquier nuevo escenario, la responsabilidad tanto clínica como jurídica deberá recaer directamente sobre el profesional que prescribe y valoran la labor de todos los profesionales del sistema sanitario y defiende un modelo colaborativo e interdisciplinar entre médicos, enfermeros y farmacéuticos comunitarios. No obstante, considera que no se deben suplantar las competencias propias de la profesión médica en lo relativo a la prescripción farmacológica, poniendo el foco siempre en la seguridad del paciente como prioridad esencial.
Semergen también rechaza la sustitución de medicamentos por parte de los farmacéuticos en situaciones de desabastecimiento sin el conocimiento y consentimiento
previo del médico prescriptor. La sociedad aboga por la coordinación entre profesionales sanitarios, pero reivindica que cualquier modificación del tratamiento debe contar obligatoriamente con el criterio médico. En este sentido, junto a la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) llevan años trabajando de forma conjunta para mejorar la comunicación entre ambos colectivos, una colaboración que quedó reflejada en el Manifiesto de Zaragoza, suscrito por ambas sociedades en 2023.
En relación a la prescripción por principio activo, defienden el uso racional del medicamento y la sostenibilidad del sistema sanitario, sin embargo, la Sociedad no comparte la prescripción exclusivamente por principio activo, por considerar que puede generar confusión en algunos pacientes y dificultades en la adherencia terapéutica. Además, la sociedad insiste en que el médico debe conocer en todo momento qué tratamiento está recibiendo el paciente para poder realizar un seguimiento clínico adecuado y facilitar la adherencia y continuidad terapéutica, especialmente en pacientes pluripatológicos o con enfermedades crónicas.
Los farmacéuticos, también en contra
Los farmacéuticos, por su parte, han reacccionado a la aprobación del anteproyecto alertando de que el nuevo modelo de precios seleccionados podría "reducir la adherencia a los tratamientos e incrementar el riesgo de errores y problemas asociados al uso de los medicamentos, al modificarse con frecuencia el fármaco dispensado"
Aunque la ley contempla la ampliación de su capacidad de sustitución -que además podría dispensar tratamientos para enfermedades recurrentes sin necesidad de nuevas prescripciones, lo que supone un reconocimiento que la profesión lleva años pidiendo- el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) ha reaccionado con una profesionalidad y honestidad digna de reconocimiento afirmando que "no queremos hacerlo por un mero motivo económico sino por razones sanitarias.Este nuevo sistema nos pone en el compromiso de sustituir constantemente el medicamento y eso en personas vulnerables y polimedicados representa un problema gravísimo, por las confusiones que puede generar al paciente”, explica Jesús Aguilar, presidente del Cgcof.
Además, advierten que el nuevo modelo "al limitar los fármacos seleccionados, reduciría drásticamente las opciones y la disponibilidad de medicamentos en la farmacia, y generaría problemas de suministro que dificultarían la continuidad de los tratamientos". En consecuencia, "tendría también un importante impacto sobre la red de oficinas de farmacia y el empleo asociado a ellas, en especial en los entornos más vulnerables, dejando numerosas localidades y barrios sin farmacia, sin sus profesionales y sin acceso al medicamento".
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