Morate: «Soy inocente, temo por mi vida en España»

El sospechoso de asesinar a Marina Okarynska y Laura del Hoyo considera «que no es culpable de los hechos» y sostiene que no debe ser llevado a España porque «teme por su vida» ya que ha recibido amenazas

Hasta tal punto estaba confiado de que no le atraparían que tenía su Seat Ibiza de color verde aparcado justo en la puerta del complejo de apartamentos de Lugoj, en la provincia de Timisoara (Rumanía), dentro de un barrio conflictivo en el que se mueve droga. Sergio Morate y su compañero Istvan, con el que compartió módulo en el centro penitenciario de Cuenca, habían alquilado la vivienda para dos meses a un amigo de este último, que desconocía sus auténticos propósitos. La tranquilidad les duró poco. Les venían siguiendo la pista y tenían su vehículo controlado desde que pasó por Portbou (Gerona), gracias a la señal del móvil de Morate. Pese a su brevedad, las imágenes de la Policía rumana detallan cómo fue la captura. Cuando se encontraban haciendo preparativos para ocultar al presunto asesino, la Policía rumana irrumpió en el apartamento, guiada por un vecino. Estaban preparados con un ariete, pero la habitación de Morate, que daba a una terraza, sólo estaba separada por una cortina. Nada más entrar los agentes, se echó al suelo, sin oponer resistencia. Salió del lugar con una gorra, junto a su amigo Istvan, que ha quedado en libertad con cargos, y el hermano del dueño del piso, en libertad. Culminó así la orden europea de detención, en la que la Policía Nacional y la Policía rumana han trabajado en estrecha colaboración.

Morate, presunto asesino de su ex novia Marina Okarynska y de la amiga de ésta, Laura del Hoyo, en la ciudad de Cuenca, permanecerá en Rumanía hasta que se concrete su extradición a España. El Tribunal de Apelación de Timisoara ha fijado un periodo de detención provisional de 15 días en el país, aunque fuentes judiciales no descartan que pueda ser extraditado antes a nuestro país. En todo caso, señalan que es un proceso no exento de burocracia, por lo que no es posible concretar cuándo se producirá la salida. En este sentido, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, aseguró que los trámites para traer a Morate a España se agilizarán al «máximo». Quien deberá ser juzgado en el país, si finalmente es acusado, es su amigo Istvan.

De momento, y según ha afirmado la abogada de Morate, Claudia Candea, el joven asegura «no ser culpable de los hechos». Además, dijo que no desea regresar a España. ¿El motivo? Asegura que teme por su vida y que su familia y él habían recibido amenazas. Morate añadió también que su ex novia, al ser de origen ucraniano, tenía contactos que podrían poner en peligro su vida «incluso en una cárcel española», señaló la abogada. Según ha podido confirmar este periódico con fuentes policiales, familiares del detenido habrían recibido amenazas por parte de conocidos de la fallecida, de nacionalidad ucraniana. Con todo, las supuestas amenazas se habrían limitado a unos mensajes a través de WhatsApp.

El resultado de la autopsia de ambas jóvenes revela que Marina tenía un golpe en la cabeza y que tanto ella como Laura habían muerto por asfixia. No han trascendido hasta el momento la forma en la que el supuesto asesino habría acabado con sus vidas, algo que determinarán las pruebas adicionales de la autopsia. En todo caso, no cabe duda de que ambas jóvenes murieron de forma violenta. Fuentes policiales añadieron a LA RAZÓN que las dos chicas presentaban señales de haber forcejeado con su agresor.

Prisión permanente

Hasta el momento se desconoce dónde pudo perpetrar los crímenes. Marina acudió al domicilio de Sergio en torno a las 17:00 horas del jueves 6 de agosto con el objetivo de recoger algunas pertenencias, pues habían puesto fin a su relación unos meses antes. Llegó hasta allí en el coche de Laura, a la que le pidió que la acompañara para no ir sola. Después, se produce un lapso temporal. Se baraja la posibilidad de que el presunto asesino matara a ambas en el piso y que después trasladara los cadáveres a su coche, aparcado en el garaje. Hay que apuntar que los cadávares de Marina y Laura aparecieron el pasado miércoles 12 de agosto, en el nacimiento del río Huécar, a pocos kilómetros de la ciudad de Cuenca. Los cuerpos presentaban quemaduras debido a que el asesino les había echado cal viva.

Después del caso de David Oubel, acusado de asesinar a sus dos hijas en Moraña (Pontevedra), Sergio Morate podría ser otro candidato a la prisión permanente revisable. Así lo recordó el portavoz de Interior del PP, Francisco Márquez, que cree que esta figura jurídica, ya vigente en el Código Penal, va a permitir que asesinos como el de las jóvenes no puedan reincidir si no han redimido su culpa. La modificación del artículo 140 del Código Penal posibilita que un asesino pueda ser condenado a una pena de duración indeterminada si, entre otros factores, ha asesinado a dos personas. Una vez cumplida una parte de la condena, un tribunal colegiado deberá valorar nuevamente las circunstancias de la pena y del delito. Y sólo si se considera reinsertado, el condenado puede obtener la libertad.

Entre chinches y cucarachas

La estancia de Sergio Morate en el Centro de Detención y Arresto Preventivo de Timisoara no va a ser un camino de rosas. El Tribunal de Derechos Humanos dictaminó que 18 prisiones y tres centros de detención no cumplían con las normas europeas de encarcelamiento. Concretamente en Timisoara se detectó hacinamiento, falta de calefacción y células infestadas de chinches y cucarachas. Situación muy diferente a la que se encontrará en el Centro Penitenciario de Cuenca, donde ingresará al ser la prisión más cercana del juzgado de instrucción que lleva el caso.