
Papa Francisco
Sheila Marie Uriarte-Tan, la abogada que maneja el fondo de 5.400 millones que deja el Papa Francisco
Nombrada por decisión directa del Papa Francisco, su designación representa un cierre simbólico del legado reformista del pontífice argentino, fallecido recientemente

Sheila Marie Uriarte-Tan ha hecho historia en el Vaticano al convertirse en la primera mujer en presidir el Consejo de Supervisión del Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el banco vaticano. De origen filipino y con más de tres décadas de experiencia en banca fiduciaria, gestión legal y ética corporativa, Uriarte-Tan asume la responsabilidad de custodiar y dirigir la gestión de unos 5.400 millones de euros, fondos que, bajo el principio de Faith Consistent Investing, se destinan a obras de caridad, evangelización y sostenimiento de la Iglesia.
Nombrada por decisión directa del Papa Francisco, su designación representa un cierre simbólico del legado reformista del pontífice argentino, fallecido recientemente. Francisco, que apostó por la transparencia financiera durante su pontificado, dejó en marcha una profunda reestructuración del IOR, marcada por la implementación de auditorías externas (Mazars Italia), el ingreso al sistema SEPA y el reconocimiento de MONEYVAL por su cumplimiento de estándares éticos.
El modelo de inversión del IOR hoy evita industrias como el armamento, el tabaco o el petróleo. El 99,6% del capital está colocado en bonos soberanos, y solo una pequeña fracción se dirige a fondos alineados con la Doctrina Social de la Iglesia. En 2023, se destinaron 13,6 millones directamente a caridad.
Uriarte-Tan, que anteriormente trabajó en el Banco de las Islas Filipinas y en el conglomerado Ayala, llega al Vaticano respaldada por Jean-Baptiste de Franssu, presidente del Consejo desde 2014 y arquitecto de la profesionalización del organismo. En el equipo también figuran altos perfiles como el exbanquero del Santander Javier Marín Romano y el luxemburgués François Pauly.
Su nombramiento rompe con una tradición de décadas en la que los principales cargos financieros del Vaticano eran ocupados por hombres. En un entorno que combina lo sagrado con lo institucional, su presencia marca un punto de inflexión: una mujer lidera hoy una de las estructuras económicas más delicadas de la Iglesia, no como un gesto simbólico, sino como parte del legado estructural de Francisco.
Mientras tanto, el papa también reconfiguró la Comisión Cardenalicia de Vigilancia, encabezada ahora por el cardenal Christoph Schönborn, junto a figuras como Tagle, Krajewski y Petrocchi, reflejando un equilibrio entre teología, misericordia y diplomacia. Uriarte-Tan navega entre estas figuras con perfil bajo, pero con autoridad técnica y visión clara, como parte de una nueva etapa en la administración vaticana.
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