Programas espaciales

Suites privadas y 190 amaneceres por día

Tras realizar un depósito inicial de 80.000 dólares –unos 65.000 euros–, el turista deberá abonar alrededor de 7,7 millones de euros para emular a Yuri Gagarin

La Razón
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Tras realizar un depósito inicial de 80.000 dólares –unos 65.000 euros–, el turista deberá abonar alrededor de 7,7 millones de euros para emular a Yuri Gagarin.

Dista mucho de ser «low cost», pero, como los propios responsables de la empresa aseguran –y publicitan–, el hotel espacial Aurora, que pondrá en marcha Orion Span en 2021 y estará listo para acoger turistas en 2022, es, a día de hoy, el más barato del mercado. Tras realizar un depósito inicial de 80.000 dólares –unos 65.000 euros–, el turista deberá abonar alrededor de 7,7 millones de euros para emular a Yuri Gagarin. Y con bastantes más comodidades de las que el cosmonauta soviético pudo disfrutar durante su histórica misión. Eso sí, con un precio que muy pocos podrán permitirse: más de 640.000 euros la noche.

¿Qué es lo que encontrará el afortunado a bordo de Aurora? La nave tiene una longitud de 13,25 metros y cuenta con tres módulos, con unas dimensiones de 10x4 metros. Un espacio que permite la presencia de cuatro turistas, más dos tripulantes que se encargarán en todo momento del mantenimiento y control de la nave. Tras el correspondiente lanzamiento –que va incluido en el precio–, Aurora permanecerá durante doce días a una distancia de 322 kilómetros con respecto a la Tierra. Durante las menos de dos semanas que dura la estancia, los pasajeros podrán disfrutar de la sensación de gravedad cero, flotando libremente a lo largo y ancho de Aurora. Del mismo modo, podrán gozar de vistas panorámicas de nuestro planeta: el «hotel» orbitará la Tierra cada noventa minutos, lo que quiere decir que se podrán ver en todo su esplendor 16 amaneceres y las correspondientes puestas de sol cada 24 horas –190 de cada–. E incluso, como recuerda la empresa, los turistas podrán sacar preciosas –y muy envidiadas– fotografías de sus ciudades de procedencia. También tendrán la oportunidad de participar en experimentos de investigación, como es el caso del cultivo de alimentos en plena órbita, que podrán ser traídos de vuelta a la Tierra a modo de souvenir. Una labor que, según Orion Span, permite «contribuir directamente al destino de la humanidad en las estrellas: la capacidad de cultivar alimentos se replicará en todas las futuras colonias de la Luna y Marte». Y si los viajeros se sienten aislados, tampoco tienen por qué preocuparse: los huéspedes tendrán a su disposición video-chats para poder transmitirle en vivo y en directo su experiencia a sus amigos. No en vano, como recuerda la compañía, y pese a estar fuera de la atmósfera terrestre, los turistas podrán contar en el espacio con un acceso a Internet de alta velocidad. Además, y pese a estar expuestos a una supervisión constante, los huéspedes también tendrán hueco para la intimidad. La empresa recuerda que cuenta con «suites privadas» en las que caben dos personas.