Internet
Misteriosa «orgía» en Deusto
Tras un «robo» de imágenes poco claro, las redes sociales atacan a la prestigiosa universidad de Bilbao
Es un despropósito absoluto. Confusión generalizada. Mucha mentira, mucho morbo, demasiada falta de gusto. Los datos sobre las «más de 800» supuestas fotos «calientes» protagonizadas por alumnas de la Universidad de Deusto, en Bilbao, son equívocos y contradictorios, consecuencia quizás inevitable de las nuevas fuentes de información: las redes sociales.
El escándalo comenzó el pasado martes cuando se difundió por Twitter que decenas de fotos de alumnas de la institución religiosa (jesuita), algunas subidas de tono, otras de chicas medio desnudas e incluso alguna realizando prácticas sexuales, circulaban por el entorno universitario, por Bilbao y, en cuestión de minutos, por medio país. Los tuiteros rebotaron las fotos, las subieron a Facebook y, a día de hoy, hasta se pueden encontrar simplemente escribiendo «alumnas Deusto fotos» en el buscador de Google.
La bomba cibernética situó Deusto como trending topic, mientras comenzaban a escribirse bulos del tipo «más de 38 detenidos por el robo de las fotos», «un estudiante se ha suicidado» y toda una serie de barbaridades encabezadas por el tan popular #.
Dos cosas están claras: alguna foto sí salió de los teléfonos de alumnos de Deusto y, dos, alguien ha hecho un uso impropio, imprudente (incluso delictivo) de las imágenes. Un estudiante de Económicas de la universidad, de 29 años, reconocía sentirse avergonzado por lo que estaba ocurriendo. Había mirado casi todas las fotos que circulaban por la Red y afirmó con rotundidad que no conocía «a ninguna» de las chicas.
Ni siquiera le sonaban. El caso es que, reconoce, al menos una o dos fotos (aunque no sean las 800 que llegaron a circular) sí salieron del contexto universitario jesuítico. «Estoy seguro de que ha sido una chiquillada que se les ha ido de las manos», declaró a LA RAZÓN. «Han tenido que ser unos pocos los que han acabado armando todo el lío», añadió.
Imágenes falsas
Otra compañera de la Facultad, de 23 años, ni siquiera aceptó mirar las imágenes supuestamente eróticas. «No quiero ni participar en una historia así», zanjó. La estudiante valoró la celeridad con la que desde la universidad se emitió un comunicado en el que anunciaban que tomarían cartas en el asunto.
«Las fotos ya llevaban un montón de semanas circulando pero se produjo la avalancha tras el lío de Pipi Estrada, los conflictos del programa deportivo Punto Pelota, y todas esas tensiones», cuenta S.C., personal de la universidad, de 41 años. «En 30 minutos, me llegaron hasta 300 fotos», reconoció. «Pero esas chicas parecen profesionales, hay vídeos y todo, no pueden ser alumnas de Deusto», concluyó. Todo son opiniones.
En los foros se dice que «aquí también se posa desnuda, para tu pareja o lo que sea, hay de todo, como en todas partes. Lo único evidente (y comprobable) es que el pasado miércoles por la tarde dos chicos se personaron en dependencias policiales para interponer sendas denuncias. Una, por saqueo de teléfono móvil y otra por usurpación de datos (imágenes) protegidos.
La policía autonómica califica los hechos de «complejísimos» y «confusos» y apuntan a un mal uso de las redes sociales más que a un robo o delito perpetrado por hackers. «Si hubiera habido más casos, hubieran venido a denunciar, por lo que pensamos que las fotos se han extraído de otras redes, de cualquier parte», señaló la Ertzaintza. «La Unidad de Delitos Informáticos está verificando todo. Lo que está claro es que hay cientos de fotos que no son de alumnos. Es una verdadera locura aclarar lo sucedido», apuntó la policía.
Lo que sí se ha aclarado (o eso parece, por el momento) es que el supuesto robo de imágenes no se produjo a través de la red wifi de la universidad. Así se aseguró desde la propia institución en una conferencia de prensa que celebraron al conocerse la noticia. En ella se vino a señalar que la imprudencia se habría cometido por parte de los propios alumnos. La universidad, en cualquier caso, calificó los hechos de «deleznables». «Si alguien ha accedido a la información contenida en un dispositivo electrónico, sólo se ha podido producir en caso de que el propietario no hubiera tomado medidas de seguridad para evitar el acceso a dicho terminal», señalaba el conunicado.
«Un millón de locos conectados»
Puede ser que algún estudiante (poco gracioso) comenzara mandando un par de fotos íntimas (para hacer una broma o por cualquier motivo personal) y, unos a través de otros, con la inmediatez que caracteriza a las nuevas tecnologías, las imágenes corrieran como la pólvora. Esta es la teoría más plausible, pero aún no es oficial. La red wifi de Deusto es abierta, o sea, no se necesitan claves ni contraseñas para acceder al uso gratuito de Internet en cualquier dispositivo. Si el teléfono móvil está pirateado, además, se puede acceder a los contenidos que circulan por la Red. Una de las teorías conspirativas es que se intenta dañar la imagen de Deusto a propósito. Puede ser.
«Si alguien quisiera fastidiar a la universidad, lo haría de otra forma, y no perjudicando a los propios alumnos», señaló a LA RAZÓN uno de ellos. «Ya sabes cómo está el país, dices estudiante, poca ropa y ya tienes a un millón de locos conectados».
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