Carreteras

Prueban en México un vehículo robótico

Raúl Rojas con su coche AutoNOMOS
Raúl Rojas con su coche AutoNOMOSlarazon

Un vehículo robótico, creado por el investigador mexicano Raúl Rojas González, fue puesto a prueba en las complejas carreteras y ciudades mexicanas y cubrió, no sin algunas dificultades, su trayecto, informa Efe.

El recorrido de 2.400 kilómetros entre Nogales, frontera con Estados Unidos, y la Ciudad de México, en el centro del país, fue cubierto por el vehículo AutoNOMOS durante 25 horas de manera autónoma.

«La inteligencia de manejo que se necesita en México es mayor que la que se necesita en ciudades europeas o estadounidenses, y si el auto puede recorrer México entonces prácticamente puede hacerlo en cualquier país», afirmó hoy Rojas en una conferencia de prensa en la que presentó datos, fotografías y vídeos del vehículo en acción.

Refirió que el automóvil, que acaba de llegar a la Ciudad de México, ya había sido presentado en la capital en 2012 y que el recorrido de los 2.400 kilómetros era un reto personal.

El automóvil, considerado por el investigador mexicano de la Universidad Libre de Berlín como un robot debido a la inteligencia artificial, cuenta con 33 sensores entre láseres y radares, así como nueve cámaras de vídeo y un GPS, entre otros aparatos.

Mediante los sensores, con una cobertura de 360 grados, el auto detecta en su camino a otras unidades automotrices, semáforos, obstáculos y peatones que se encuentran hasta a 200 metros de distancia mientras circula por las ciudades o carreteras, y mediante el sistema de localización GPS se conoce su ubicación geográfica.

Destacó que la ausencia de líneas de tránsito en carreteras y ciudades mexicanas fue un desafío importante para AutoNOMOS.

«Un automóvil autónomo para funcionar necesita de muchos mapas para saber por dónde va avanzando, y todos los detalles como salidas, entradas, puentes o semáforos, y esa información no está disponible y se tiene que recabar», apuntó.

Rojas, quien encabezó el proyecto en el que trabaja desde 2006, indicó que toda la electrónica del vehículo se ubica en la cajuela y está integrada por una serie de procesadores que en el futuro intentará reducir e incluso miniaturizar.

El investigador, que estudió en la Escuela Superior de Física y Matemáticas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), contó que para obtener la licencia, que para Alemania y Europa la tiene desde 2011, el automóvil superó el examen de manejo y fue sometido a varias pruebas que le exigieron las autoridades alemanas.

«La velocidad que alcanza el vehículo es de 140 kilómetros por hora, pero con la licencia en ciudades sólo tiene permitido alcanzar 55 kilómetros por hora y en carretera hasta 120», apuntó.

Señaló que ningún vehículo autónomo puede circular vacío en ninguna parte del mundo ya que debe ser «vigilado» por un conductor de seguridad, que no maneja pero observa los datos y basta con que toque el volante o los pedales para hacerse del mando, o que oprima un botón para regresar la modalidad autónoma.

El investigador explicó que las zonas de construcción en las carreteras, los topes, las calles con mucha gente en las ciudades y los baches son los factores que le generan mayor cantidad de conflictos al automóvil.

En México, las altas temperaturas que se registran en el norte del país sobrecalentaron las computadoras y tuvieron que parar para enfriarlas, y en Alemania la nieve cubre las señalización en los caminos y eso dificulta el avance del vehículo.

Indicó que su equipo ha tripulado el vehículo de manera autónoma en Suiza, Estados Unidos, México y Alemania; en la ciudad de Berlín por tramos de 80 kilómetros y en carretera hasta 300 kilómetros.

Acerca de los costos de un automóvil de su tipo, Rojas indicó que al ser un prototipo sus sistemas «todavía son muy caros» y su valor es 10 veces mayor que el un coche normal promedio. «Sólo los sensores cuestan 453.000 dólares, aunque lo más caro es la programación de los sistemas», acotó.

EFE