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Una cuestión de energía

Las baterías de los smartphones y otros gadgets cada vez duran menos debido al uso que les damos. Así, los cargadores portátiles se han convertido en un salvavidas casi omnipresente

Una cuestión de energía
Una cuestión de energíalarazon

Las baterías de los smartphones y otros gadgets cada vez duran menos debido al uso que les damos. Así, los cargadores portátiles se han convertido en un salvavidas casi omnipresente

Un dispositivo que cada vez tiene más importancia entre los gadgets es el cargador portátil. El uso de los dispositivos móviles en la vida diaria está cada vez más generalizado, por lo que tener la batería cargada en todo momento se ha convertido en algo absolutamente indispensable. Teniendo esto en cuenta, no es extraño que muchas empresas comiencen a prestar importancia al diseño y las prestaciones de los cargadores para que realicen sus tareas de una forma óptima en cualquier tipo de condiciones. Se han creado de todos los tipos, pero la mayoría comparten una misma orientación: el uso de energías alternativas.

1. Verde que te quiero verde

A simple vista parece similar a otro generador de energía por viento. Pero tiene un plus escondido: también se adapta a la energía solar. El «HYmini» es pequeño, portátil, fácil de usar y de llevar. Y, para eliminar toda duda, también se puede recargar con energía eléctrica. Sirve para cualquier dispositivo digital y puede rellenar una batería mientras se está cargando.

2. Te da alas

Cargadores portátiles para coches hay muchos. La mayoría de los trenes o autobuses ya cuentan con sus propias tomas de energía... pero en los aviones, eso es más complicado. Con ello en mente, el inventor Brandon Craven desarrolló el Ray Solar Charger. Sirve para cualquier vehículo, pero la eficacia de sus paneles solares y su tamaño lo hacen perfecto para colocarlo en la ventanilla de un avión y tener batería extra.

3. Tiene tela

Uno de los cargadores más destacados en este sentido es el prototipo diseñado por la empresa valenciana Textil Energy. Se trata de una lámina solar ligera y flexible que se puede ubicar en sombrillas o parasoles en las terrazas de los bares e incluye tres salidas para cargar dispositivos con puerto USB. Para Juan Demetrio Chillarón, uno de sus creadores, «ofrecer ese punto de ecocarga es una manera de fomentar que los clientes se decanten por ese local. Es como cuando se empezó a ofrecer wifi gratis, por ejemplo». Actualmente, Textil Energy trabaja en una «evolución» de la lámina solar para que pueda acumular energía y recargar también durante la noche.

4. Sobre ruedas

Usar la energía cinética de una bicicleta para cargar cualquier gadget con puerto USB es no desaprovechar nada. Y eso es lo que hace BikeCharger. Se puede adaptar a la rueda frontal de cualquier bici, también se convierte en linterna y en dos horas de paseo carga por completo cualquier smartphone. Comienza a funcionar a los 5 km/h.

5. BBB: bueno, bonito y barato

Thomas tiene 16 años y es un inventor rumano que con sólo cinco euros ha adaptado un ventilador de ordenador de mesa para que funcione como cargador. Recarga cualquier dispositivo con puerto USB y se adapta a todo tipo de bicicletas. El creativo adolescente no piensa venderlo, todo lo contrario, busca estimular para que cada uno se haga el suyo propio y por ello ha colocado los planos en la página Instructables. Basta buscarlo como Bicycle Cell Phone Charger.

6. Soplo de aire fresco

El Mini Kin Wind Power Charger puede adaptarse a cualquier vehículo en movimiento. Y también a una persona que no se quede quieta. Recarga teléfonos, MP3, cámaras, tabletas... casi todo. Y tiene diferentes adaptadores para cada superficie y cada gadget.

7. El poder de las manos

Es uno de los cargadores más innovadores y diferentes que hemos visto. Desarrollado por Fujifilms, junto al Instituto de Ciencias Industriales Avanzadas, se trata de un polímero orgánico capaz de detectar los cambios de temperatura en el ambiente. Se activa con una diferencia de sólo 1º más o menos. Este cargador termoeléctrico se puede adherir a la piel y las variaciones mínimas de calor o frío lo activan. Puede imprimirse para tener cualquier tamaño y, al ser flexible, puede ser diseñado para colocarse en cualquier parte del cuerpo.

8. ¿Adicto a las compras?

Si te gusta mirar escaparates durante horas o simplemente salir a caminar sin ningún propósito en particular, aprovecha el Orange Power Wellies para cargar la batería del smartphone con cada paso que des. Es como una «app» de salud que mide tus pasos y la distancia recorrida, sólo que el premio añadido es mejorar tu estado físico y el de tu batería.

9. La aventura carga las pilas

Solar Monkey es una empresa especializada en cargadores portátiles que expone a sus productos a los test más exigentes. Por eso no es extraño que su mochila solar funcione en rangos de temperatura que sólo los aventureros se atreven a enfrentar: entre -10 y 90ºC. Carga cualquier dispositivo con puerto USB y todas su estructura está protegida contra golpes, rasguños, cortocircuitos y las inclemencias propias del aire libre.

10. Un juego de niños

Bill Gates y Ashton Kutcher han alabado el diseño de Soccket, un balón de fútbol que dentro lleva un cargador: cuanto más se juegue con él, más energía acumula para recargar dispositivos con puerto USB. Y, por si fuera poco, también se puede utilizar como lámpara de mesa.

11. Casi invisible

Con una tecnología similar al cargador anterior, el InStep NanoPower se coloca entre tu pie y la suela del calzado que lleves y aprovecha cada paso que des para cargar la batería. La ventaja es que es sumamente discreto y nadie sabrá que lo llevas puesto. La desventaja es que debes descalzarte para usarlo una vez que haya concluido la carga. Así que, como dirían las abuelas: lleva siempre calcetines limpios si vas a usar un InStep.

12. El diseño es lo primero

Es cierto, es otro cargador solar que aprovecha nuestro astro para llenar la batería...pero éste parece haber sido creado por Apple debido a su estética sumamente cuidada. Además, el Window Solar Charger renueva las pilas de los gadgets en poco más de una hora. Se adapta casi a cualquier superficie y llama, positivamente, la atención.